Apenas a unas semanas para que podamos ver en París la primera colección de Olivier Theyskens para Nina Ricci, el diseñador ha hecho una breve presentación con alguna de sus creaciones en Nueva York, y ha concedido una entrevista a la edición estadounidense de la revista Vogue. En esa entrevista, la primera pregunta del periodista no es sobre la colección, ni sobre las condiciones que el Grupo Puig, propietario de Nina Ricci, le ha puesto al belga, ni sobre el cierre de Rochas. La primera pregunta es sobre el vestido amarillo que Reese Witherspoon llevó en la pasada ceremonia de entrega de los Globos de Oro.
Según cuenta Theyskens, Reese se enamoró de la tela y él quiso hacer un diseño especial para ella. En realidad, se trata de una versión de uno de los vestidos que componen esa mini colección que presentó hace unos días. Una versión muy mejorada respecto al original, que le valió a la actriz ser considerada como una de las mejor vestidas en la alfombra roja aquella noche. Y no sólo eso.
También le sirvió a la actriz para resarcirse del disgusto que Chanel le dio en los Globos de Oro de hace un año al prestarle un vestido exacto al que la actriz Kirsten Dunst había llevado a la misma ceremonia tres años antes, y que ni siquiera era un diseño vintange como le habían prometido. Un fallo muy grave por parte de la mítica maison francesa que decidió a Reese a buscar ella misma el vestido que llevaría en la pasada ceremonia de los Oscars, un verdadero vintange de Christian Dior. Con él se aseguró de no ir vestida como ninguna otra actriz a la gala, pese a que le costó parecer una princesa salida de un cuento de hadas. Incluso hubiera podido pasar por hada si hubiera llevado varita mágica.
Imagino que este año Reese había decidido elegir con esmero el traje que llevaría a los Globos de Oro. Son elucubraciónes mías, pero si yo fuera ella hubiera removido Roma con Santiago para conseguir un vestido bonito, que me sentara espectacularmente bien, y que fuera único y especial. Y si ese era su objetivo, cosa más que probable atendiendo a su elección final, puede estar más que satisfecha porque lo ha conseguido. Casi nadie ha recordado el incidente del Chanel, y casi todo el mundo ha estado de acuerdo en que Witherspoon fue una de las mejores en la alfombra roja.
Ha sido la primera en animarse con el amarillo (el color de la próxima temporada junto con el azul klein) sobre la alfombra roja. Además, estaba realmente favorecida y el traje le sentaba de maravilla. Y, por si no fuera suficiente, ha sido la primera en lucir un diseño de Olivier Theyskens para Nina Ricci, uno de los favoritos de las estrellas de cine, incluída Kisten Dunst, mientras diseñaba para Rochas. Un acierto, y un honor al mismo tiempo, que no ha dudado en repetir.
Tras el éxito de los Globos de Oro, la rubia más legal de Hollywood no se lo ha pensado dos veces y volvió a vestirse de Theyskens para Nina Ricci en la gala de los SAG. Pero, como suele decirse, segundas partes nunca fueron buenas, o, en esta ocasión, no tan buenas como la primera. Si el cocktel amarillo con escote corazón combinado con unas sandalias rojas de Brian Atwood, consiguieron que Reese estuviera sexy por primera vez fuera de la pantalla, con el vestido gris marengo de tirantes y los zapatos (preciosos) de Christian Louboutin estaba simplemente guapa y elegante.
Basta fijarse en las fotos de arriba para ver que la idea es la misma, y que las variaciones sobre el primer estilismo son mínimas, pero decisivas. En primer lugar, el gris marengo no es un color muy alegre y el resultado es más solemne que atractivo, pese a tratarse de un vestido cocktel con pedrería. En segundo lugar, ni el peinado ni el maquillaje que llevó a la gala de los SAG le favorecían demasiado. Y, finalmente, la elegante mezcla del amarillo con el rojo (uñas de los pies incluídas) y el escote corazón del primer vestido se llevan por delante al correcto y sosísimo cocktel gris. Por otro lado, también es cierto que el segundo vestido no le sienta tan bien como el primero, y aún así está muchísimo mejor de lo que la habíamos visto nunca.
Reese Witherspoon parece haber encontrado en Olivier Theyskens la solución a su estilo algo ñoño y aséptico sobre la alfombra roja. Y parace que el diseñador belga ha encontrado en la actriz sureña a la chica Nina Ricci, tal y como él dice en la entrevista. Veremos si repiten asociación en los Oscars. No será para ella como tener un contrato publicitario con una firma de moda o de cosméticos, aunque, a falta de uno pese al Oscar, no está mal ser la primera musa de Theyskens en su nueva etapa como director creativo de Nina Ricci. Es más de lo que muchas hubieran soñado. Y sin correr riesgos innecesarios del pasado, Olivier tiene el detalle de diseñar en exclusiva para ella.
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