En plena época de crisis mundial, qué mejor que plantarle cara al precio del crudo con un guiño de estilo y una buena dosis de humor; ¿que no te da para llenar el depósito del coche? Ningún problema, ahora el efecto gasolina te lo puedes llevar puesto y sin que se incremente el precio por litro;
mientras las tarifas del oro negro suben y bajan y no hacen más que desequilibrar mercados; los diseñadores ajenos a fluctuaciones y cotizaciones energéticas, nos visten de mujeres barril con telas que simulan el efecto brillante y pegajoso de la preciada materia;
un look oscuro y extremo que roza lo gótico, y que nos trae de vuelta tejidos y formas muy ochenteras.
El negro es el lor que mejor reproduce el efecto combustible; y diseñadores tan dispares como Lanvin (imagen de arriba) y Hussein Chalayan (abajo) han coincidido este invierno con una misma estética, eso sí, preferiblemente en gris,
Chado Ralph Rucci, el úncio americano invitado a desfilar en la semana de Alta Costura de París por la Chambre Syndicale, es un amante de las siluetas arquitectónicas y la estética escultural, es además un genio con los acrílicos, y a la vista está;
Bottega Veneta, que para este verano ideaba una colección vaporosa y etérea basada casi exclusivamente en colores nudes, cambia radicalmente de chip y se radicaliza, siempre dentro un orden sencillo y depurado marca de la casa;
Balenciaga, o lo que es lo mismo, Nicolas Ghesquière, dibuja a una mujer diabólica de cencia ficción a la que le va como anillo al dedo un vestido de plástico o un uniforme de látex.
La noche no confunde sino que exagera, y Colette Dinigan
y Calvin Klein, nos traen los mejores ejemplos de gowns que bien podrían ser parte del vestuario de The Dark Knight.
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