Lo que tiene la Semana de la Moda de Nueva York es que los desfiles, la mayoría de veces, son lo de menos, para los mortales que no podemos ocupar el front-row, se ven mucho mejor desde casa, en las páginas de las revistas o los portales digitales, con tiempo para saborearlos y mucha calma;
lo que importa de verdad es lo que se mueve alrededor de ellos: es decir, las celebrities, que acuden cual abejas al panal a disfrutar desde las primeras filas del mejor espectáculo del mundo,
ellas, y las fiestas que se organizan con la excusa de presentaciones, lanzamientos y/o homenajes, pero en su honor, son las verdaderas protagonistas.
Solamente llevamos un día, y ya hay casi tantas celebridades como modelos paseando palmito por las carpas de Bryant Park y alrededores, sin ir mas lejos, Valentino, ese señor que decía que s eretiraba pero al que vemos mucho más que antes, ha querido hacer parada y fonda en la ciudad de los rascacielos y rodearse de musas para celebrar que se proyectaba un documental sobre él (The Inspiration and Passion of Valentino Garavani), y allí estaba Liv Tyler, de rojo, como manda la tradición de la casa italiana que antes ocupaba ese señor tan moreno.
Mary-Kate Olsen, con un poncho negro, y al parecer, nada por debajo, acudía a la inauguración de un local de moda Ojo a su bolso, lo que os decía, ¡hay que romper el negro con accesorios de color!
Mientras tanto, Agyness Deyn y su inseparable Henry Holland, acudían a una fiesta benéfica en Christie's (atención a la guisa de Holland..sobre todo, a sus sandalias, y atención, pero para bien, a Deyn: me encanta su look y sobre todo sus botines).
La misma a la que acudía su amiga Peaches Geldof, con un look de lo más it aunque demasiado a la inglesa: vestido de encaje y medias de estampado tartán.
Charlize Theron, junto a su marido y con un vestido gris de flecos firmado por Stella McCartney, le mostraba su apoyo al músico André Benjamin, del grupo Outkast, en la presentación en Barney's de una línea de ropa.
Julianne Moore, espléndida y juvenil, acudía con una maxi camisa tartán al desfile de Generra,
Leighton Meester, no menos estupenda, de fúcsia intenso,acudía al primer desfile en la New York Fashion Week de su amiga Julie Hauss, la misma que firmaba su vestido;
Lindsay Price y Audrina Patridge coincidían en el front row de Lana Sunderland,
mientras la secretaria con pocas luces de Ugly Betty, Becky Newton, hacía un reportaje para Vogue tv.
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