La cosa estaba bastante cantada: el mejor look de esta semana es el de Sarah Jessica Parker y su vestido de Balmain. Indiscutible. Porque guste o no, al menos se sale de lo normal. Yo siempre apuesto por la discreción como mejor arma para acertar, pero si esta puede ir ligada a un poco de riesgo, muchísimo mejor. El vestido de Parker no se saldría de lo normal si no fuera por lo estudiado de su rasgado. Y es que desconcertar es la mejor manera de no aburrir.
Si hubiera podio para el estilismo semanal, el segundo puesto también lo ocuparía ella. Ella y su traje de chaqueta empolvado de Chanel. El tercer puesto se lo disputarían una acertada Blake Lively y su particular versión de la tendencia madre de este otoño-invierno: el encaje, y Katie Holmes, cuya adaptación personal del maxivestido de cuadros de D&G, me encanta.
Fuera de concurso quedarían Kirsten Dunst y su abrigo de cuadros, el mismo con el que llevo soñando toda la semana para hacer un poco más llevadero este sobrevenido frío.