Como aperitivo a los Globos de Oro, que esta año, guionistas mediante, sí se celebran, ayer por la noche tenía lugar en Los Angeles la 35 ceremonia de los People Choice Awards, premios que como sus hermanos mayores, en 2008 tampoco se celebraron, y que reconocen anualmente los méritos de los personajes de la cultura popular (léase música, televisión y cine).
Por la Alfombra Roja de la ceremonia pasaron infinidad de rostros conocidos, unos más acertados que otros, como ya es habitual en los eventos red carpet, pero nosotros no discriminamos entre buenos y malos y nos hacemos eco de aciertos y fallos, por igual.
Kate Hudson, no sé si estuvo etre las que dieron en el clavo o entre las que decepcionaron, y es que el listón del estreno de Bride Wars en Nueva York, estaba muy alto. Para la ocasión, y ya que se hizo con el galardón a mejor protgonista femenina, eligió una maxi túnica azul turquesa de Gucci, de la colección primavera-verano 2009, y la combinó con unas inmensas sandalias de Giuseppe Zanotti y joyas de Jack Vartanian. A mi no me acaba de convencer, no sé a vosotros.
Katherine Heigl pareció querer emular justamente a Anne Hathaway, ya que decidía probar suerte con el esmoquin y, en mi opinión, aunque estuviera firmado por Dolce & Gabbana, salía derrotada del duelo: la prefiero mil veces de largo y rojo….
Reese Witherspoon, que también era premiada por los internautas, hacía gala de su particular cuidado minimalismo enfundada en un sencillo LBD de escote halter.
Mientras tanto, Dakota Fanning, que ya está muy crecidita, apuntaba maneras con un vestido azul eléctrico de manga asimétrica.
Carrie Underwood, cantante de country que se hizo con el galardón a mejor vocalista del año, llevó uno de esos vestidos cien por cien alfombra roja firmado por Naeem Khan, uno de los diseñadores fetiche de muchas estrellas de Hollywood.
Jessica Stroup, una de las jóvenes y sexies protagonistas del remake de Sensación de Vivir, 90210, aprovechó sus escasas curvas para decantarse por un Hervé Léger de quitar el hipo de lo más original: con rosetón a base de venda incluido.
Jennifer Morrison y Olivia Wilde, de House, se ponían históricas, y mientras la primera parecía salida del antiguo Egipto, con su minivestido dorado con incrustaciones metálicas, la segunda, lo hacía de la Grecia clásica.
Debra Messing y Marisa Tomei, sin embargo, se ponían strapless, y ambas, de Donna Karan.
Paris Hilton no sabemos muy bien que hacía allí, pero el caso es que decidió pasarse por el evento a desentonar con un vestido a medio camino entre una teenager el día de su graduación y el peor de los disfraces de hada firmados por Mattel. Éste sería el primer despropósito de la heredera en 2009, un look puntuable para “Peor look del año” dentro de unos meses: me lo apunto.
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