No suelo hacer crónicas de la Alta Costura porque me siento incapaz de trasladar a palabras tanto arte y tanta belleza. Noto que no me salen las palabras adecuadas, y que un simple “se llevarán las faldas largas” es una manera un poco frívola de explicar la magia de una colección de Alta Costura. Intentaré hablaros de la colección de Armani Privé para esta primavera 2009, pero quedaros más con las imágenes y dedicarle unos minutos a ver el video en Style.com, porque solamente en movimiento se puede apreciar la riqueza de estos vestidos y de estos trajes.
En cuanto a la crisis, qué mejor que olvidarla durante unos minutos con la contemplación de algo tan sublime. Sin embargo, los diseñadores no se olvidan completamente de la crisis, y vuelven sus ojos hacia la época posterior al gran crack de la bolsa del 29 y a la época de depresión que le siguió. Eso significa faldas por debajo de la rodilla, severidad y austeridad. Una vuelta a la moda de los años 30 y 40, que a pesar, de todo, fue una época terriblemente glamurosa.
Eso sí, Giorgio Armani no se aleja nunca de sus propias señas de identidad y la colección ofrece mucho traje de falda y chaqueta y muchos vestidos largos ideales para lucir en la próxima ceremonia de los Oscars, sobre todo, los largos vestidos de cola con escote palabra de honor y las telas brillantes.
La primera parte de la colección, en cambio, está marcada por el aire oriental de Sanghai en la década de los 30, gracias a las chaquetas con hombreras al estilo Katherine Hepburn, a los brocados, a los broches con borlas, a los dibujos florales chinos y a la silueta marcada y estrecha de la época.
Pese a la época oscura que vivimos, Armani no ha renunciado al color, ni a los brillos, ni a las lentejuelas, ni a detalles como el encaje o los volantes, que rematan mangas y tobillos.
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