Si Chanel fue un desfile en blanco impoluto, con una gran ornamentación de flores, el desfile de Alta Costura de Christian Lacroix para esta Primavera-Verano 2009 fue una explosión de color y de elementos que aumentaban el barroquismo de las prendas: encaje, drapeados, volúmenes, velos, lazos, volantes, lunares, flores gigantescas, plumas, pedrería, todo mezclado entre sí. En definitiva, un exceso de decoración no apta para todas las sensibilidades.
Parece que el maestro francés de la Alta Costura ha tomado prestadas ideas e inspiración de todos los lugares y épocas: los exagerados años 80, las damas de la Belle Epoque, las bailarinas de Tahiti, y por supuesto, sus sempiternos detalles españoles, flamencos y del mundo taurino: toreras cortas, rojo combinado con negro, lunares y exquisitos trajes de cola.
Pese a seguir su línea tan alejada del minimalismo, Christian Lacroix no deja de sorprendernos en un derroche de imaginación y de creatividad. Aunque sea difícil de imitar estas prendas con la ropa y los accesorios que tenemos nosotras en el armario, si podemos tomar nota de la idea de mezclar y utilizar toda la joyería que tengamos en casa en una sola ocasión: brazaletes de plástico de colores, collares de coral, grandes pendientes de aro, broches, etc.
Tampoco faltó un vestido de novia para cerrar el desfile, que combinaba metros de gasa blanca con una chaqueta corta en oro y blanco.
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