Cuando las Semanas de la Moda nos acaban de dejar un vacío insustituible y las ceremonias de premios parecían haber tocado fondo con el paso de los Oscar, llega la Ópera de Nueva York y se viste de largo par celebrar su 125 aniversario con una gala de esas que nos encanta rescatar.
Y más, cuando la patrocina Yves Saint Laurent y sabemos que el grueso de las invitadas se va a decantar por sus elegantemente atemporales diseños y no va a haber Hortera de Bolera que “rascar”, ni siquiera cuando una de las asistentes es Amber Rose...
Mary-Kate Olsen, con rizos y a lo loco, acudía en compañía de un joven no demasiado apuesto que hacía la veces de partenaire, y por su cara, no parecía estar demasiado entusiasmada, y es que a ella eso de la ópera me parece a mi que no le va mucho…No me convence su look, demasiado grunge para la ocasión, y es que tener estilo es también saber estar, aunque sí me gustan sus complementos.
Zoe Saldaña, de Yves Saint Laurent pre-fall 2009 verde esmeralda, Brooke Shields, y Emily Mortimer, enfundada en un precioso vestido de paillettes color burdeos de YSL primavera-verano 2009, fueron tres de los rostros conocidos que nos ofrecieron su mejor cara.
Claire Danes, una de las musas amigas de Stefano Pilati, elegía un vaporoso vestido de corte clásico y color escarchado, también de la colección pre-fall 2009 de la Maison del maestro del esmoquin.
La soberbia colección de primavera-verano 2009, pero diferente estilo, elegía también Claudia Schiffer, que parece haberse abonado al negro y a la sugerencia (su vestido era semi transparente), a sabiendas de que su preciosa melena y sus sempiternos labios colo carmín, hacen el resto.
El total look de Becki Newton pertenecía a la misma colección para la próxima temporada, y la verdad es que el vestido palabra de honor a base de lentejuelas verdes más las sandalias tipo jaula en tono plateado, le sentaban fantásticamente bien a la compañera de redacción de Ugly Betty.
La diosa entre diosas, Diane Kruger, que llegaba con Joshua Jackson pero juntos son tan divinos que es mejor separarlos, hacía su entrada estelar, también de YSL, con una maravilla de vestido con cuerpo de pedrería en negro y faldón azulón.
Como es habitual en ella, iba perfectamente peinada: a nadie le quedan mejor los peinados con trenzas.
Tal y como amenazaba al principio, he aquí Amber Rose y otro de sus pecualiares estilismos, aunque esta vez, se queda corta en su intento de ser la más descaradamente tremenda. Vamos, que dentro de lo malo, podía haber sido mucho peor.
ACTUALIZO: Me había dejado a una de mis preferidas, Ginnifer Goodwin, con uno de los gowns más espectaculares de la noche, vaporoso, cortado a láser y de estampado tipo arlequin.
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