Tras romper el hielo en la ciudad que las sigue cobijando casi quince años después de haberlas “parido”, las protagonistas de Sexo en Nueva York 2 se han desplazado hasta Londres, esa urbe hermana que las adora casi tanto como la Gran Manzana. Si en 2008 Sarah Jessica Parker escogía un Alexander McQueen que hacía nuestras delicias y nos devolvía a la mejor Carrie tras cuatro años de sequía, este 2010 el uniforme british de la Parker ha vuelto a rendirle homenaje al ya desaparecido rebelde de la moda (por cierto, hoy mismo se ha hecho público el nombre de su sucesora: Sarah Burton, su mano derecha y sobre la que hablaremos largo y tendido).
Un diseño de inherentes aires fantasmagóricos y góticos que ha hecho de SJP esa musa de lo inesperado que todos amamos.
Gracias en parte, y de nuevo, a su elaborado tocado de Philip Treacy.
¿El vestido? De la colección primavera-verano 2008.
¿Su único complemento? Además de unos pendientes de lágrima, un brazalete amorrado a su bíceps.
Con aires de diva de los años treinta y un vestido de irregular escote coraza drapeado, también de negro: Kim Cattrall. El modelazo lo firma el otrora genial Thierry Mugler (ese señor “anabolizado” perdido que ahora se dedica a hacer películas porno).
Esta vez el dorado se lo reservaba Kristin Davis a través de un diseño en grandes paillettes color oro de escote en pico y aires discotequeros. De nuevo un vintage adquirido en Decades, esta vez de Norman Norell.
La nota de color la ponía Cynthia Nixon con su asimétrico modelo azul añil de Narciso Rodriguez.
Aparte de las protagonistas de la cinta por la alfombra roja de Leicester Square se ha paseado, por ejemplo, Emma Roberts con un minivestido en tono crema y un clutch acolchado que me encanta.
Y ha montado el numerito Kylie Minogue...Vestida de Gucci.