Aunque todas las apariciones en Cannes de Brad Pitt han sido eclipsadas por su pareja, Angelina Jolie, y su estado avanzado de embarazo, también merecía una mención específica un hombre que siempre viste bien, impecable en las formas y en la elección de los trajes. Además que no hay ningún comentario sobre cómo iba ningún hombre en todos estos días de Cannes, y eso también hay que remediarlo.
No podemos escoger trajes tan espectaculares como los de las mujeres, pero un esmoquin tampoco es tarea fácil en su elección. Que si pajarita, corbata, que si chaleco, que si camisa, rayas, liso, tela... Miles de combinaciones en una de las prendas más elegantes que existen, y que cuando se llevan bien pueden deslumbrar, y cuando se llevan mal se puede rozar el ridículo (hay personas que no están hechas para llevarlo).
En el caso de Brad Pitt sí, nadie duda de su porte y su saber en el vestir. La verdad es que casi todo lo que puede ponerse le favorece, pero los diferentes trajes que ha lucido en Cannes han sido dignos de elogios.
Ha apostado por diferentes estilos, desde con pajarita a corbata, e incluso sin nada. Cada momento exigía un vestuario diferente y eso lo ha sabido asimilar bien. En la premiére de Kung Fu Panda, acompañaba a Angelina Jolie, con un elegante traje negro, combinándolo con una camisa blanca lisa y una corbata a juego con el traje. En la fiesta que se celebró a continuación no cambió de vestuario como hicieron algunos de los invitados, sino que siguió con su impecable atuendo.
En la premiére de Changeling tocó sustituir la corbata por una pajarita, y siguió apostando por el negro como color del esmoquin, con una camisa blanca adecuada con su elección. Siempre cuidando los detalles, complementando al vestuario con un pequeño pañuelo blanco asomando por su bolsillo.
Ya más informal, le vimos de traje y camisa, con chaqueta y pantalones más azulones, y una camisa más desenfadada, incluso sin llegar a abrocharse entera. En otra de las instantáneas que se consiguieron de Brad Pitt en Cannes, lo vemos con su hija, vestido de blanco por completo. Con un gorro maravilloso, y unas gafas que se asemejaban al modelo Wayfarer de Ray Ban.
Todo un señor con clase. Impecable en cada presentación en público, ya sea con traje o de manera informal.