No cabe duda que uno de los retos más grande cuando se comienza a ser actriz lo tiene Rumer Willis y no por comparaciones respecto a su trabajo, sino por la elegancia que destila su madre en la alfombra roja, Demi Moore. Un listón bastante alto, sobre todo si coincides con ella en un evento como la premiere hollywoodense de Sorority Row.
Es el nuevo filme de terror adolescente en que unas chicas de fraternidad tratan de encubrir la muerte accidental de una de sus hermanas, por lo cual comienzan a ser acechadas por un asesino serial. Todo muy al estilo de Se lo que hicieron el verano pasado. Pero si la película no creo que sea la mejor del mundo, el look madre e hija en total-black sí.
Rumer se lució con su conjunto de pitillos ajustadísimos y chaqueta de encaje de Stella McCartney. Parte de la colección Crucero 2010, la chaqueta en su versión de completo lo llevó Stella a la gala del Costume Institute hace unos meses. Sin embargo, en esta versión la chaqueta me gusta por sexy al dejar ver algo de piel en la apertura frontal.
Por su parte, Demi Moore, quien me parece de 25 cada vez que la miro, escogió un vestido de Oscar de la Renta, también de la colección Crucero 2010. El detalle ultrafemenino de los volantes en la línea media del vestido y a todo lo largo terminaba con una flor de tela del mismo color y material, raso de seda negro.
Las dos, madre e hija, se decantaron por llevar un cinturón negro, marcando la figura. Un detalle de ultratendencia desde hace tiempo, que unido a los zapatos cerrados y de punta redondeada que escogieron ambas fue un buen detalle protagonista.
Creo que Rumer va adquiriendo elegancia y aprendiendo de su madre.
Foto | Gossip Girl