En la gala American Music Awards 2007 de la que Nuria nos hablaba recientemente, merece la pena fijarse en los modelitos de dos de las asistentes: Rihanna y Beyoncé.
Siguiendo la estela de Mariah Carey, que siempre lleva vestidos de dos tallas menos que la suya, ultracortos, superescotados y a ser posible de lentejuelas, tenemos a dos grandes cantantes que compitieron en la gala por el título "yo voy más sexy que tú". A un lado del ring, la recién llegada, triunfando con la pegadiza Umbrella, Rihanna, con top de cristales que dejaba al descubierto 4/5 partes de "sus encantos" y falda de terciopelo negra. Al otro lado del ring, la artista ya consolidada Beyoncé con vestido largo de satén color champagne, marcando curvas y con escote extremadamente ceñido.
Rihanna, por si no nos hubiera causado suficiente shock con el modelito que llegó a la gala, luego se cambió, se puso un vestido largo dorado, a lo burbuja de Freixenet y se colocó una cinta en el pelo como si se tratara de una moderna Atenea. Es asombroso el gusto que tienen estas mujeres por los brillos, supongo que repartirán gafas de sol a la entrada, porque tanto brillante puede causar ceguera.
¿En serio hay que ser tan obvia para ser sexy? ¿No es mejor jugar a sugerir, a incitar, a estimular la imaginación? ¿Qué pensáis de estos vestidos?
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