Tras la batería de estrenos de una de las películas más esperadas del año por los adolescentes de medio mundo, High School Musical 3, llega el momento de poner en tela de juicio quién tiene más tablas a la hora de pisar las red carpets: Ashley Tisdale o Vanessa Hudgens. O ninguna de las dos. Que también es otra opción.
Aunque francamente, para ser novatas en esto de los estilismos adultos, no lo han hecho del todo mal a lo largo de estos meses interminables en los que la imaginación y las ganas se agotan, y es que han sido nada más y nada menos que 11 presentaciones las que han tenido que afrontrar alrededor del mundo (sí, es verdad, todos los males fueran esos).
Cada una a su manera, han sabido sobrellevar el peso del reto, y aunque seguramente ellas lo negarían, han estado compitiendo por hacerse con el premio a la más estilosa del equipo.
Empezemos donde acabaron, en Australia, el país de los canguros donde el reparto de la película hizo doblete. Primero fue Sidney, ciudad para las que ambas eligieron el blanco, Vanessa, con un vestido de corte clásico firmado por BCBG by Max Azria, muy favorecedor pesar de su corta estatura, y Ashley, con un minivestido de encaje que dejaba bastante que desear (digamos que el problema no era tanto suyo como del propio vestido). Yo me quedo con Vanessa.
En Melbourne, ambas se decantaron por sendas creaciones de Jenny Packhman, Vanessa escogía un vestido atrevido, con gran escote, volantes y acabado en plumas, y Tisdale tiraba hacia lo clásico y se quedaba con un modelo a base de paillettes y corte discreto. Esta vez me voy a quedar con Ashley.
Para Los Ángeles, su ciudad de residencia, volvían al neutro y se intercambiaban las medidas: Hudgens, de corto, con un vestido de estilo hippie firmado por Calvin Klein, muy propio, y muy bien complementado (peinado y zapatos), y Ashley optaba por lo largo y se enfundaba en un gown de vertiginoso y embellecido esocte firmado por Reem Acra. Mucho más apropiada Vanessa, que no se echaba ningún año de más encima.
En la capital británica la cosa estuvo algo más empatada, Vanessa optaba por un conjunto igual de conveniente y juvenil que el de Los ángeles, y estaba realmente guapa de negro y desenfadada, mientras que Ashley, a la que ya podemos afirmar que le va más lo de subir de tono, lucía un look algo más forzado, pero muy bonito: un preciso vestido de Catherine Malandrino. Aunque alguien debería decirle que en general, tiene un pésimo gusto para los zapatos: no a las sandalias de fiesta. Es otra de las prendas que echa años innecesarios encima.
En Munich volvía a hacerse con el primer puesto Vanessa, estupenda de laro con un vestido de gasa y estampado de serpiente, y de nuevo, algo forzada Ashley que no sabe más que tirar de brillos y dorados (léete esto querida).
En Madrid, Ashley administraba bien su obsesión por lo recargado y estaba bastante favorecida con un minivestido de flecos en color oro. Vanessa, optaba por el negro, y los brillos, en un vestido a dos capas.
En la ciudad de la luz fue sin embargo Vanessa la que se decantaba por los flecos y lo hacía de la mano de un estupendo vestido plateado firmado por Blumarine que combianaba muy bien con unas sandalias negras, y una capelina de plumas, rompieno el aire festivalero y dándole un toque personal, mientras Ashley apostaba una vez más por lo clásico seguro y unas horribles sandalias.
Yo ya he dicho la mía, y en mi opinión, gana por goleada Vanessa Hudgens, ¿qué ópinas tú?
Fotos | people
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