China se está convirtiendo en una primera potencia mundial, y no sólo desde el punto de vista económico. En el mundo de la moda cada vez va cogiendo más importancia. Hace un año, Karl Lagerfeld escogió la muralla china para el desfile de Fendi, y las tiendas de lujo abren cada vez más tiendas en el país, viendo la pasión que sienten las chinas por las marcas más conocidas como Chanel o Louis Vuitton.
Con motivo de la entrega de premios Fashion Icon de la mano de Vogue China, numerosas caras conocidas se desplazaron a Pekín. Como siempre, la más esperada de todas, Kate Moss, que llegó de la mano de Jamie Hince, con el que parece que ha hecho las paces. Ella recibió uno de los premios de la noche, y estaba guapísima con un vestido negro largo, que dejaba uno de los hombros al aire, a modo de túnica griega.
Entre los invitados destacaron también otras modelos como Milla Jovovich, con un tocado oriental muy original y un vestido en tonos pastel con detalles de lazos.
La modelo Jessica Stam eligió el siempre elegante negro.
Sasha Pivovarova lució un vestido en blanco y negro con detalles de flecos. Al igual que Milla, decoró su cabeza con un tocado.
Lou Doillon llevaba un vestido muy primaveral de gasa y con estampado de flores de Nina Ricci, con la parte delantera más corta que la trasera (buena forma de presumir de piernas y de zapatos).
Otros asistentes fueron los diseñadores Phillip Lim, Olivier Theyskens y Rouland Mouret. Por último, la celebrity Eugenie Niarchos, de la que ya os hablaremos largo y tendido un día de estos, lució un cálido bolero de piel de Giambattista Valli.