Hoy se han entregado los Premios Principe de Asturias en Oviedo, gala que todos los años centra la atención de prensa y público, en especial en estos últimos, en los que Letizia Ortiz ha pasado de plano secundario a papel protagonista. En esta ocasión entre los premiados estaba el deportista con más talento en la actualidad: Rafa Nadal (sí, tenía que decirlo, este hombre no es humano).
Aunque a nosotros nos interesa ver cómo se desarrolló la ceremonia desde el punto de vista estilístico y no entrar a valorar si los premios fueron para los mejores, que ya para eso están todos los demás.
En los hombres, yo me quedo con Nadal, con un bonito traje color ceniza, acompañado por una corbata y camisa en tornos verdosos. Y como contrapunto, Tzvetan Todorov, el historiador y semiólogo francés no acertó en la elección de la corbata ni en los pantalones. Demasiado informal para una ceremonia así. Sobra decir que el Príncipe de Asturias estuvo impoluto, como acostumbra.
Entre las mujeres, me quedo con nuestra princesa, quien lució un precioso vestido de encaje que tan de moda está para esta temporada (sólo hay que ver la colección de Prada para darse cuenta). De color gris plateado por entera, ya que tanto el clutch como los zapatos con plataforma eran de la misma tonalidad.
En cuestión de joyas, la Princesa Letizia no suele ser de las llamativas, prefiere los pequeños detalles, como los pendientes de de perla que llevaba en la ceremonia, a juego con una gargantilla (esta vez, más grande) impecable.
El estilo de la Princesa Letizia de nuevo fue un acierto.
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