Si las británicas en su mayoría se anotaron un diez en la gala de apertura de la nueva exhibición de verano de la Royal Academy of Arts en Londres, del otro lado del charco también tuvimos un estilo personal. Las gemelas Olsen son parte del club de las chicas fashionistas a seguir. Cada una tiene su gusto particular por lo que de la sofisticación de Ashley y del estilo boho chic o jovencito de Mary-Kate siempre se puede sacar algo bueno.
La premiere de The Hangover (La resaca), en el que participa el novio de Ashley, fue el evento al que asistieron las hermanas para mostrar ese estilo particular que tiene cada una. Ashley mantuvo un look sencillo. Le gusta lo minimal y por supuesto el rey de lo minimalista es Calvin Klein, con lo que el vestido negro largo del diseñador fue la apuesta segura.
Además, la Olsen más pija se decidió por guardar la sencillez con unas perfectas plataformas negras y su nuevo corte bob. Ningún detalle extra diferencia de Mary-Kate que adora complementar. Sus joyas vintage ya son conocidas por todos y sus lentes de John Lennon también.
Y al parecer en esta ocasión se decidió nuevamente por estas gafas para decorar su vestido estampado de Topshop, firma por la que la Olsen hippie sigue apostando desde que abrieron la tienda en Nueva York. Una chaqueta boyfriend en negro cubría casi toda la magia del minivestido, pero creo que las sandalias y el bolso vintage de Prada con una especie de diseño similar a una víbora africana en camel, negro y blanco eran de lo más trendy.
Así que si me enamoré de las sandalias de Stella el otro día, creo que también me he enamorado de las de Mary-Kate. Que decir, estoy cerca del verano y año con año me da la fiebre de Carrie Bradshaw por los zapatos.
Foto | Fabsugar