Todavía quedan algunas horas para que tenga lugar uno de los contecimientos más esperados del año para todos aquellos amantes de las series y de las estrellas que las protagonizan: los premios Emmy, que este año llegan a su sesenta edición y están de celebración. Los Oscars de la pequeña pantalla consiguen aúnar en una sola noche a los mejores actores y actrices de la televisión y del cine, porque muchos de ellos se solapan, por lo que ganamos en calidad y en cantidad, y es que ya no existe buen actor que se precie que no protagonice o haya protagonizado una (buena o mala) serie.
Por eso, para ir abriendo boca y como antesala al gran momento que está al caer, hoy vamos a hacer un repaso por los estilismos más cuidados o memorables de la historia de la ceremonia de los Emmy, un viaje en el tiempo por la alfombra roja que más alegrías nos ha dado, porque para disgustos, ya están los Oscar, o los premios MTV, o los Globos de Oro. O sin ir más lejos, los Goya. Que a falta de Victoria Abril en Cannes, ya nada es lo mismo.
El primero en (mi) ránking de los mejores looks de los premios de la televisión es este Chanel Haute Couture que lució Sarah Jessica Parker en 2003, el mismo año en que finalizaba la serie que le dio la gloria "Sexo en Nueva York" y que nunca pensó que llegaría a convertirse, casi, en una religión.
El segundo puesto es para Ellen Pompeo, y el vestido de corte helénico en color azul cobalto firmado por Michael Kors que lució en la ceremonia del año pasado. Un acierto rotundo en cuanto a peinado (estando tan sumamente delgada de algún sitio había que sacar el volumen) y complementos para la doctora más depresiva y paranoica del hospital Seattle Grace, Meredith Grey.
Debra Messing se alza con el tercer puesto con este maravilloso Vera Wang en seda hasta los pies y color rojo pasión con el que aparecía en la ceremonia del año 2000. La pelirroja, que nunca había sido nominada antes, era propuesta como mejor actriz de comedia por Will & Grace, y celebraba así de pletórica la primera de sus múltiples y sucesivas nominaciones (llegó a alzarse con el premio en 2003).
Sin dejar la comedia de lado nos quedamos con America Ferrera en quinto puesto, que en la ceremonia del año pasado recogía así de exultante, con este gown azulón de Monique Lhuillier, su merecido premio a mejor actriz protagonista de ese mismo género, por la genial Ugly Betty.
Sin cambiar de género llega la imprescindible Jennifer Aniston, cinco veces nominada por su papel de Rachel en Friends, y ganadora en 2002, que en 2004 posaba así de espléndida con este Chanel en color blanco con bordados en hilo de oro.
Sandra Oh, la canadiense de origen coreano que comparte desventuras amorosas con Ellen Pompeo en Anatomía de Grey nos ha dado más sustos que sorpresas en lo que a red carpets se refiere, pero el 2007 fue un año para ella, estilísticamente hablando. Este Bottega Veneta negro y bien armado le valió ser una de las más elegantes de la pasada edición de los Emmy.
Halle Berry, la ganadora de un Oscar y rostro no habitual de estos premios, aunque en el año 2000 se hiciera con el premio a la mejor actriz en una mini serie dramática, repetía nominación en 2005 y hacía acto de presencia en la gala discreta pero especatcular con este Ungaro drapeado y bicolor.
Heidi Klum está en la parte baja de la lista porque el año pasado ya tuvo el suficiente bombo, pero era inevitable volver a mencionar su fantástico look a lo Veronica Lake firmado por John Galliano para Dior, en color cereza intenso, con el que hizo honor a la alfombra que pisó.
Sarah Michelle Gellar y su alterego Buffy quedan bastante atrás en el tiempo, pero en 1999 este estilismo atípico y casi impropio de Vera Wang, le valió a la actriz ser la más comentada de la noche.
Con Katherine Heigl, la tercera en discordia en el reparto de Grey's Anatomy tenía ciertas dudas. Si en 2006 se presentaba radiante en un vestido segunda piel firmado por Escada que la hizo destacar por encima de la media y subió el caché de sus apariciones públicas, el año pasado "remataba la faena" con un Zac Posen blanco con el que estaba impresionante. Y eso que la actriz no destaca precisamente por su elegancia o su particular gusto a la hora de vestir en su vida diaria. Simplemente decir que los últimos, serán los primeros.