La noche neoyorquin reunía ayer como or arte de magia a algunas de nuestras celebrities preferidas. Nunca creí que vería en un mismo acto a Penélope Cruz y Olivia Palermo, pero lo que tiene Nueva York es que solamente entiende de celebrities, y no de gremios por separado. El estreno de “The private lives of Pippa Lee”, cuyo elenco de protagonistas femeninas es infinito, era la artífice de tan suculento encuentro.
Nuestra Pe, totamente de negro, con jeans, blazer, top y botas mosquetero, no se separó en toda la velada de Marion Cotillard (no sé si formará parte de la promoción de Nine...).
Útimamente, siempre va igual: con total black look.
Una vez más se demuestra que la española solamente es capaz de orquestar una alfombra roja cuando hay gown espectacular de por medio.
Y es que con un estilo informal parecido al de Olivia Palermo, me quedo con esta última. Si os preguntáis porque Olivia pone tanto énfasis en los complementos y suele bordar sus elecciones, es pura deformación profesional: es editora junior de complementos en la revista Elle.
La más especacular de la fiesta. La que se hizo sombra a sí misma. La que acaparó todos los flashes, y una vez más volvió a demostrar que los shorts pueden ser elegantes, fue Blake Lively.
¿Está o no está espectacular con este modelo de Marchesa Primavera-Verano 2010?
Lo está, la mires por donde la mires.
Y nadie como ella niquela los conjuntos a base de shorts de la firma. Y sino, a esta otra aparición pública enfundada en ellos me remito.
Muy discreta se presentaba al estreno de su película una ahora morena Robin Wright-Penn. De Hervé Léger aunque un poco sosa.
Y vanguardista hasta la médula, Julianne Moore.
De Viktor & Rolf Primavera-Verano 2010.
Otra de las new entries en mi lista de estilosas (la sumo a Shannyn Sossamon), es Zoe Kazan, nieta de Elia Kazan.