La actriz estadounidense siempre tiene estilos muy controversiales, es arriesgada y le gusta probar los efectos culturales de vestir de acuerdo a determinados patrones como cuando apareció guapísima en un costosísimo sari. Sin embargo, como embajadora de YouthAids, creo que Ashley se extralimitó en su gusto.
La Judd apareció en la gala anual de la organización con un modelo congolés realizado en una tela floreada de manufactura africoholandesa. Ashley que acaba de regresar de un viaje a Ruanda del cual habló toda la noche, parece haber quedado muy impresionada con los problemas del continente negro. Pero el vestido era demasiado.
Una cosa es demostrar afinidad cultural por ciertos pueblos y que nos guste alguna prenda rescatada del vestuario típico y otra muy diferente es disfrazarse como los hizo Ashley. Estoy de acuerdo con el veredicto de su terapeuta: "El diagnóstico de mi doctor era que yo sufría de un serio caso de revés por el shock cultural". Ashley arriesgarte, pero no tanto.
Vía | Faded Youth