Suit up! que diría Barney Stinson. Carla Bruni lo tiene muy en cuenta y aprovecha una de sus pocas salidas a fiestas del mundo del espectáculo para llevarlo a cabo. Los premios Echo de la música alemana fueron la cita señalada para ver el contraste entre una gran dama y un quiero y no puedo eterno llamado Lana del Rey.
Carla Bruni tiene estilazo, presencia y un gran gusto al elegir qué ponerse (no confundir con quien vincularse). A cuenta gotas disfrutamos de su presencia sobre alguna alfombra roja señalada.
Para los premios Echo la modelo italiana optó por un formal traje de tres piezas con una chaqueta ajustada, marcando hombreras, un único botón (el modelo que más me gusta), solapas en contraste y pantalón de pata ancha. Perfecta y bien guapa.
En el otro lado de la balanza, Lana del Rey. Por más esfuerzos que hagan sus estilistas, responsables de marketing y gurús de la música en hacernos creer que esta chica tiene estilo seguiremos viendo lo anodino.
Y es que para afrontar un vestido como este, de corte helénico y con los pasadores en forma de cocodrilos hay que tener más gracia.
Cuánta maldad hay aquí.
Es curioso como hasta juntas se ve el contraste, entre el negro y el blanco, la noche y el día del refrán. Al menos Lana del Rey se ríe.
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