Los Teen Choice Awards son el equivalente a los Emmy, pero en versión juvenil, y el galardón con el que se premia a aquellos que resultan ganadores, lo dice todo: una tabla de surf. El evento, que se celebra cada año en Los Angeles, está organizado por la cadena Fox y el jurado que decide quién merece llevarse una tabla a casa por sus méritos en el cine, la música, el deporte o la televisión, lo componen jóvenes de entre 13 y 19 años. De ahí su nombre.
Este año la maestra de ceremonias ha sido Miley Cyrus, sustituyendo a Hilary Duff, que fue la encargada de presentar la gala el año pasado, cargo que han ocupado también en años anteriores, con mayor o menor acierto, Paris Hilton o Nicole Richie.
Como suele pasar en este tipo de fiestas, el momento alfombra roja era el más esperado, y no en vano, porque la noche venía cargadita de estrellas, algunas fulgurantes, y otras que decepcionaron, así que no os hago esperar más y vamos al grano.
Los chicos de Gossip Girl fueron los que más trofeos cosecharon subieron hasta seis veces al escenario, juntos y por separado; Blake Lively, que se hizo con dos premios por su papel en la serie, estaba espectacular con un vestido asimétrico color azul cobalto,
no menos impresionante estaba su compañera de reparto, Leighton Meester, de verde esmeralda, con un vestido drapeado de corte grecoromano, obviamente firmado por Lanvin.
Su competencia directa, el elenco de High School Musical, que no estaba completo ya que faltaba Ashley Tisdale, no defraudó: así de guapos y conjuntados aparecían Zac Efron y Vanessa Hudgens, que yo me pregunto si le había robado los Mary Janes a Mischa Barton...y que estaba radiante con su Catherine Malandrino bicolor.
La anfitriona, Miley Cyrus, que además amenazó la velada, hacía el paseillo red carpet con un modelo de Moschino Cheap and chic, que a mi entender, estropeó sin pudor,
y una vez dentro, la cosa no mejoró demasiado...
Aunque no sé si quién fue pero, ella o Mariah Carey, que se tomó muy al pie de la letra el factor precoz de los galardones.
Volviendo al sentido común, hay que pasar por Kristen Bell, que estaba espléndida con un dos piezas en crudo y fúscia, el top firmado por Jenny Kayne.
Hayden Panettiere, a la que los vestido largos le sientan fenomenal,
casi tan bien como a Lauren Conrad,
Fergie, de Etro, y que empieza a pasarse con el bótox,
o la siempre discreta Sophia Bush.
Volviendo al corto, la reina indiscutible fue nuestra musa: Rachel Bilson
perfecta con este mini vestido verde agua de Brian Reyes, aunque sus zapatos, que ya llevó en otra fiesta y no me gustaron, siguen sin convencerme en la red carpet.
Olivia Wilde, una de las residentes de House, y que tiene un estilazo, aunque no se prodigue demasiado en actos públicos, estaba muy guapa y retro con este vestido color perla, y los complementos perfectos en oro envejecido.
Aunque para vintage del bueno, allí estaba Scarlett Johansson, cándida y modosa, de rosa empolvado por Matthew Williamson.
Y para terminar, como punto final, otra de nuestras preferidas, aunque últimamente le tenga alergia al paseíllo de entrada a los sitios: Vicky Beckham, de naranja, con gafas, y el mejor de sus bolsos: su marido.
No os quejaréis de repaso, la cosa ha estado suculenta,
¿con cuál de todas ellas os quedáis?
Fotos | fadedyouth, justjared