Ayer se vieron los que pueden ser los últimos diseños de Christian Lacroix para la Alta Costura. La maison hace aguas: han despedido a 100 de sus 125 trabajadores, las oficinas están trabajando sin fax, ni impresoras ni aire acondicionado y ante la falta de medios, realizaron la colección con telas guardadas en el sótano, donaciones de proveedores y clientes, y pagando a las modelos 50 euros.
Un auténtico drama.
Pero el talento no entiende de dinero, y aunque el diseñador del barroco dejó aparte muchos de los bordados, broches, colores y aplicaciones habituales de sus diseños, lo que mantuvo en ellos fue la maestría de la aguja, la certeza de la belleza de unas prendas hechas con exquisito gusto.
Los diseños se tiñeron de oscuridad y de sobriedad con negro y azul tinta.
La calidad de los tejidos y de los cortes hace que las faldas, las chaquetas, las blusas y los vestidos destaquen y se vean espléndidos, sin necesidad de más extras ni de los materiales que han permitido sus fantasías extravagantes en anteriores colecciones.
La única ornamentación posible venía de la mano de los tules, los lazos, algunas lentejuelas, el encaje negro y los juegos de volumen muy comedidos para tratarse de Lacroix.
Diseños para una mujer contemporánea y muy ponibles que esperan encontrar clientas que sirvan de salvavidas ante el naufragio.
Uno de los estandartes de la Alta Costura francesa actual, una de sus figuras que más defiende la moda como arte, el vestido como lienzo, dueño de creaciones sublimes, puede despedirse para siempre de la Alta Costura si la marca no encuentra comprador. Esperemos que no sea así.
Ver galería completa » Christian Lacroix Alta Costura otoño-invierno 2009/2010 (8 fotos)
Fotos | Style