Podría decirse (exagerando un poco), que hemos pasado de una época en la que la gente esperaba impaciente a la noche de bodas para tener sexo a otra en la que los novios llegan tan agotados a la cama que muchas veces es lo último en que piensan.
Con nuestro Especial Novias 2015 ya has tenido tiempo de planificar casi todo, complementos, peinado, maquillaje, Nail Arts, tratamientos de belleza… ¿qué tal si empezamos a pensar en la parte más divertida?
Con estos 7 consejos prácticos será más fácil que no te la pierdas:
En la celebración
Adiós al estrés: Si has podido evitarlo mientras organizabas el evento mucho mejor, pero en cualquier caso hoy ya está todo hecho, así que empieza a relajarte y centrarte en pasarlo bien con los tuyos. No estás en un examen, en el que las cosas pueden salir bien o mal, y cuanto menos las valores en este sentido, más tranquila te sentirás. La ansiedad y los nervios no son buenos amigos del sexo.
Alcohol y comida con moderación: Olvida los excesos, así llegarás con más energía y ganas al final del día.
Por supuesto que es el día de tu boda y vas a brindar con todo el mundo, disfrutar de alguna copa y degustar el delicioso menú que has escogido con tanto esmero, pero eso no es lo mismo que acabar con una borrachera épica o un empacho que solo anima a tumbarse y rezar porque pase pronto.
Un buen precalentamiento: Vas a pasar el día con mucha gente y no siempre es fácil tener momentos de intimidad con la pareja, pero eso puede hacerlo incluso más excitante. Una palabra al oído, mandaros fotos desde el baño, algún juego debajo de la mesa, mensajes al movil, besos robados… seguro que se os ocurren mil ideas, todo es empezar.
Una retirada a tiempo: Los invitados están de juerga total y se lo van a pasar igual de bien sin vosotros, que no os quepa ninguna duda. No se trata de salir corriendo después de la tarta, pero tampoco de quedaros hasta el último baile.
Esto incluye también no invitar bajo ningún concepto a familiares y amigos a que vean la habitación. Aunque sea la suite más bonita del mundo, no solo romperán el clima de deseo que habéis creado, también es muy probable que se queden mucho más de lo que os gustaría y acaben bebiéndose el cava y contando batallitas de bodas anteriores.
¡Al fin solos!
Apaga el movil: ¿Quién sería capaz de llamaros a media noche sabiendo que es vuestra noche de bodas? ¡Todo el mundo! Y con las excusas más peregrinas, desde tu mejor amiga que quiere decirte por milésima vez lo feliz que está por ti, hasta el primo que ha perdido las llaves del coche, pasando por el grupo que ha acabado en una discoteca y piensa que quizá os apetece acompañarlos. El modo avión será lo mejor.
Una ducha revitalizante: El jacuzzi está muy bien pero si estás muy cansada un baño caliente puede hacerte caer en el sueño más profundo. Una ducha templada con un gel de aroma revitalizante, algo de fruta para recuperar fuerzas y te sentirás (casi) como nueva.
Si os apetece ducharos juntos mucho mejor, en cualquier caso, nada de encender la tele mientras el otro está en el baño, la mayoría de noticias o programas que pueden aparecer (por no decir todos) le matan la líbido a cualquiera.
Sin convencionalismos, ni expectativas: Pétalos de rosas, velas aromáticas, aceites, lencería de lujo… todo eso está muy bien si realmente os apetece mucho, pero no es una obligación. ¡Bastantes cosas habéis tenido que preparar ya para la boda!
Tampoco ayuda soñar con tener una noche mítica, inolvidable, en la que aparezcan fuegos artificiales después de cada orgasmo. Mejor centrarse en el placer, en las emociones, en sentir al 100% el momento, en definitiva, de disfrutar del sexo juntos.
Además, siempre os quedará la mañana siguiente, para repetir, y la otra, y la otra, y la otra…
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