Continuando con el post anterior sobre aceites vegetales, hoy daré un repaso sobre algunos de los que me resultan más interesantes para cuidar la piel y el cabello, tanto por dentro como por fuera.
Estos aceites, como ya habíamos comentado, normalmente se extraen por primera presión en frío de frutos secos, semillas y frutos pero también se presentan en ocasiones en versiones más refinadas y menos recomendables, ya que al ser expuestas al calor pierden algunas de sus propiedades.
Invertir en un aceite de buena calidad hará que obtengamos resultados mucho mejores y es casi siempre más económico que la mayoría de los cosméticos. A continuación cuatro de los más recomendables:
Aceite de semillas de sésamo
Siempre había utilizado este aceite en la cocina, para saltear verduras o aliñar ensaladas, ya que tiene un sabor suave y agradable y contiene multitud de propiedades beneficiosas que ayudan a combatir el envejecimiento prematuro de la piel y el cuerpo.
Una amiga me recomendó usarlo también en aplicación externa por su efecto tensor que sirve tanto para el rostro como para ayudar a reafirmar el pecho o cualquier zona del cuerpo que se haya quedado un poco flácida.
Viendo los buenos resultados que le ha dado en el cutis me animé a probarlo aplicándolo por la noche y al despertar de entrada ya noto la piel mucho más descansada, suave y luminosa.
De conseguir efectos a más largo plazo se encarga su gran contenido en vitamina E (antioxidante) y Vitamina K, que gracias a sus propiedades cicatrizantes y anticoagulantes ayuda a disminuir las ojeras, el enrojecimiento cutáneo y otras irritaciones.
Este aceite se absorbe muy fácilmente y proporciona un efecto calor que lo hace muy agradable para los masajes. Ideal para hidratar los pies en invierno y mantenerlos calentitos durante horas.
Aceite de cacahuete
Este aceite también puede consumirse en la cocina pero hay que tener cuidado ya que posee una mayor concentración de grasas saturadas que el resto y es bastante calórico, por lo que yo lo prefiero únicamente para aplicación externa.
Tiene un alto contenido en vitamina E, licopeno y silicio, que protegen, iluminan y reafirman la piel.
Hace años que lo uso para el pecho y aunque cuesta un poco de absorber en comparación con el resto de aceites, vale la pena masajear bien la zona con él ya que deja la piel muy tersa y suave.
Como su sabor y su olor me resultan tan agradables también me lo aplico para hidratar los labios, una gotita antes de salir de casa bien extendida y otra al llegar y ya no necesito usar bálsamo durante todo el día. Además les da un brillo muy natural y bonito.
Aceite de aguacate
Un remedio excepcional para combatir la deshidratación de la piel y prevenir o atenuar las estrías. Este aceite que se extrae de las semillas del aguacate es fácil de extender y tiene un efecto muy hidratante también para el cabello seco, sobre el que se puede aplicar directamente como si se tratara de una mascarilla durante unos 15 o 20 minutos.
Es muy rico en Vitaminas (A, B, C, D y E) que le dan sus propiedades nutritivas, regeneradoras y antioxidantes y resulta adecuado sobre todo para pieles secas o como cuidado extra del contorno de ojos, aunque también sirve para tratar el acné gracias a su contenido en saponinas que limpia y purifica la piel.
Personalmente me encanta su olor, su textura y la sensación tan agradable que deja en la piel de hidratación máxima. Además ahora que se acerca el verano va muy bien para cuidar los talones y evitar que se agrieten.
Aceite de oliva
No podía faltar en esta lista el Rey de nuestras cocinas.
Recuerdo cuando era pequeña que mi abuela de vez en cuando se lo aplicaba en los labios, en los codos y remataba con el resto frotándolo por las manos. Entonces me parecía una cosa extrañísima pero hoy me doy cuenta de que era una forma muy práctica de hidratarse.
El aceite de oliva es conocido por sus propiedades antioxidantes (Vitamina E) que podemos aprovechar tanto aliñando una ensalada como para nutrir, tonificar y proteger la piel de forma externa.
También sirve de base para mascarillas o mezclas para masajes y aplicándolo en caliente repara las uñas deshidratadas y el pelo seco.
Una de sus mayores virtudes es que siempre lo vamos a tener a mano. Así que si se te ha terminado la hidratante, a tu pelo le falta brillo o no encuentras la crema de manos ¡No lo dudes! El aceite de oliva es tu solución.
La lista de aceites vegetales es muy amplia. También hemos destacado anteriormente el aceite de jojoba para desmaquillar los ojos sensibles, o los aceites de borraja y germen de trigo para reafirmar y aportar elasticidad al pecho.
¿Nos recomiendas alguno más? ¿Los utilizas habitualmente o prefieres las cremas?.
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