Cuando pruebo una crema, me interesan detalles como su olor o su textura, pero nunca se me había ocurrido pensar que quizás llegaría un día en que debería preocuparme de su sabor.
Hace varios días que estoy usando mi primer serum, y más o menos al mismo tiempo empecé a tener a veces una sensación amarga en la boca. Hay muchas razones por las que eso podría pasar, sin embargo, no era algo constante y parecía estar relacionado a la mala costumbre que tengo de comerme el bálsamo labial.
De inmediato dejé de usar el bálsamo, pero el mal sabor no desapareció. Ya estaba pensando que tendría que visitar al médico cuando una mañana olvidé aplicarme el serum. Ese día no tuve ninguna molestia, así que hice algo que os parecerá inapropiado, pero que haciéndolo una vez no causará problemas: probar el sabor de un poco de serum.
Y fue bastante horrible, ése era el sabor amargo. Os confieso que al aplicarme cremas nunca antes había evitado la zona alrededor de la boca como evito el contorno de ojos (al que luego aplico su propia crema), quizás porque no uso ningún tratamiento especializado para los labios. Pero desde entonces he tenido especial cuidado de no aplicar mis cremas en ellos y no he vuelto a tener problemas, aunque ahora tendré que buscarles su propia rutina de belleza.
Al principio yo misma pensé que todo esto era una soberana tontería, pero luego al darle más vueltas al asunto he recordado todas las veces que siendo una niña terminé probando un poco de la crema Pond’s que usaba mi abuela. O sin ir más lejos, en todas las veces que nuestros novios o maridos pueden terminar degustando nuestros tratamientos de belleza.
Así que os pregunto, ¿alguna vez habéis pasado por lo mismo? ¿Dejaríais de comprar una crema si tiene mal sabor?
Imagen | Jeanny Schmidt
En Arrebatadora | ¿AXE sabor chocolate? Mmmmmmmmm… ¡no puede ser verdad!