Amantes del contouring, hemos probado la mítica paleta de maquillaje de rostro y ojos de Kevyn Aucoin y es totalmente adictiva

No  sabéis la ilusión que me hace poder escribir está review. Desde que  comencé mis primeros pasos en tendencias Trendencias Belleza siempre ha habido  algunos productos fetiche que he querido probar y que, por la razón que  sea,  todavía no había podido, entre ellos los de Kevyn  Aucoin.

Para los que no lo sepáis que Kevyn Aucoin fue uno de los  maquilladores más destacados de los años 90, que trabajo con toda  aquella selección de celebrities y supermodelos entre las que destacaríamos a Cindy Crawford, Linda Evangelista o Christy Turlington. Sin embargo, a principios de los años 2000 por desgracia  falleció a consecuencia una insuficiencia hepática y renal a causa de la toxicidad del Tylenol, al que era adicto, calmantes que utilizaba para mitigar el dolor del cáncer que le había sido disgnosticado.

A pesar de ello, y de dejarnos a los 40 años, Kevyn creó su propia firma de belleza que hoy en día sigue evolucionando, manteniendo siempre la esencia del maquillador.

Ha sido considerado uno de los maquilladores de mayor  influencia y de los que consiguieron transformar completamente el  concepto del Make-Up. De hecho, a pesar de lo que podemos pensar, no fue  quien Kim Kardashian la que introdujo el contouting en nuestras vidas, sino  que fue precisamente Kevyn  Aucoin. Él nos descubrió la técnica con la que transformar nuestro rostro, potenciar la belleza y descubrir un nuevo mundo de posibilidades con una  creatividad única que era lo que más le caracterizaba.

Como os decía al principio, y conociendo toda la historia, siempre he codiciado sus productos. Más concretamente, siempre quise probar su iluminador  Candlelight ya que siempre ha sido uno de los highlights más comentados, e incluso más usados en el mundo del maquillaje.

De hecho, antes de que comenzase la verdadera fiebre de los iluminadores, éste ya era utilizado por maquilladores profesionales y por  gurús del mundillo que clamaban sus bondades. De ahí que siempre lo haya deseado y no han sido pocas las veces que me he visto tentada a  comprármelo.

Pues bien, dicho lo cual, os podéis imaginar que cuando llego a mis  manos esta paleta de cara y rostro, que sí contenía el famoso iluminador entre otras  muchas joyas, la alegría fue máxima. Pero cuando la comencé a probar, me he hecho adicta.

Sin duda, esta paleta hará las delicias de todas las amantes del  contouring ya que no dejará de ser una paleta para esculpir el rostro y ojos  que contiene ocho productos de los cuales dos son en crema y los demás  en polvo.

Os he contado en varias ocasiones que no soy muy fan del contouting,  sin embargo sí que me gusta marcar un poco los pómulos con polvo bronceador, con la técnica del famoso 3 desde la sien, pasando por la zona baja de los pómulos y acabando en la zona baja de la barbilla, atreviéndome en alguna ocasión especial con producto en crema. Eso sí, lo que no perdono nunca es iluminador, incluso cuando voy hasta con la  cara lavada me gusta aplicar unos puntos de luz con iluminador líquido o en stick.

Los dos productos en crema  son súper fáciles  de utilizar y se funden con la piel de una forma que no había visto antes. Por un lado, el tono oscuro, que ahí donde lo veis no es tan oscuro ya que es muy modulable y se trabajan muy bien dada su cremosidad. Los resultados varían según la cantidad que usemos, pero puede quedar muy sutil también, que es lo que yo prefiero. Y por otro lado, la parte clara es el famoso Candlelight highjighter en crema que es una verdadera maravilla, ya que no contiene partículas de glitter, o más bien son imperceptibles, solo si te fijas muchísimo ves alguna, simplemente shimmer que  aporta luminosidad al rostro sin ser artificial. Me encanta usarlo en looks makeup-no-makeup.

Siguiendo con los productos en polvo, quizás han sido los que más he utilizado,  me parecen súper naturales y muy modulables también. El tono oscuro es un marrón que tira ligeramente grisáceo, que es  perfecto para aplicar sobre todo en la zona más próxima a la oreja creando ese efecto óptico de la zona más hundida, marcando por lo tanto  el pómulo. Hay que usar muy poca cantidad porque pigmenta mucho, pero mucho, mucho.

Y llegando al famoso iluminador en polvo Candelight, he de decir  que todo lo que había leído sobre el era cierto y ahora me arrepiento de  no haberme hecho antes con este producto. Se trata de un iluminador sin  partícula de glitter, por lo que es mucho más sutil, como a mí me gustan y aporta luminosidad natural, con un brillo ligero sin recargar la piel o crear ese aspecto más artificial al que, por  ejemplo, Instagram nos tienen más acostumbrados con kilos y kilos de glitter. De verdad, una maravilla que amo profundamente.

En la fila de abajo tenemos otras cuatro tonalidades de sombras de  ojos, dos mates en marrón y dos en tonos claros de acabado ligeramente metalizado.

Así, tenemos un tono blanco que es perfecto para iluminar el lagrimal o la parte alta de la ceja, pero que hay que utilizar con bastante  cuidado ya que es muy blanco, pigmenta muchísimo, como el resto de sombras, y sin nos pasamos crea un aspecto más artificial.

También tenemos un tono más rosáceo para looks más naturales, que brilla muchísimo, aporta gran luminosidad a la mirada y  que podemos combinar con los demás perfectamente. Por último, los dos tonos marrones, uno más claro y uno más oscuro, perfectos para  crear un smookey eye que, de cara a las fiestas y  de cualquier otra celebración que se precie, podemos sacar mucho partido.

En todo caso, son fórmulas hiperpigmentadas que se trabajan con mucha facilidad, se funden perfectamente en el rostro y ojos y con los que podemos conseguir looks atemporales tanto para el día como la noche.

Por último, aunque en mis reviews suele ser lo primero que comento, pero en este caso estoy tan emocionada con lo de dentro que me hubiese dado igual el resto. Pero no, porque el packaging también es digno de remarcar, es ideal y súper elegante, ya que es una especie de libro en un tono granate con letras doradas, con una textura como si se te atrase de animal print que cuando lo  abres descubres los productos y la manera idónea de utilizar cada una de estas  posibilidades tanto en rostro como en ojos.

Una pieza absolutamente excepcional, de la que me he vuelto totalmente adicta y ya he probado de muchas formas posibles, demostrando la versatilidad de este tipo de productos con los que no es necesario tampoco crear los looks más recargados al estilo Kylie Jenner. 

Su precio es de 55 euros y que es un regalazo en toda regla. 

El producto fue facilitado para la prueba por Abanuc. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.

Fotos | Trendencias

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