Ayer fui a la playa y mientras estaba debajo de mi quitasol, vi este espectáculo varias veces: llega una familia a la playa, los niños se quitan la ropa, luego su madre les coloca protector solar y ellos van corriendo a bañarse. Como les da frío al volver mojados, se secan con una toalla y luego ¡a jugar sobre la arena!
El error de aplicarse el protector solar solo al llegar a la playa lo comete muchísima gente. Es necesario aplicar los protectores solares unos 20 minutos antes de exponerse al sol de modo que sus componentes tengan tiempo de absorberse en la piel. Esta protección se va desvanecienciendo lentamente al ser removida por el sudor, el agua con que nos bañamos o la toalla con que nos secamos. Por eso es muy necesario reaplicar.
Hacer caso omiso de lo que nos vienen repitiendo médicos y fabricantes nos deja sin protección alguna: los niños de mi historia estuvieron bajo el sol en las horas centrales del día, a piel desnuda. Recordad que el daño causado por el sol es acumulativo.
Seguir estas recomendaciones no es nada difícil: simplemente aplícate el protector solar antes de salir de casa, en el momento de ponerte el bikini si vas a la playa o al de vestirte para salir. Y aunque suene majadero, reaplica cada par de horas (pueden ser cuatro si estás protegida del sol en tu oficina). Tu piel te lo agradecerá.
Imagen | Diana
En Arrebatadora | Protección solar, No seas una gamba, ponte bien el protector solar