Pocas veces una operación estética había levantado tanta expectación. No se trata de los labios de Esther Cañadas, ni el enésimo retoque de Elsa Pataky. En esta ocasión es la nueva cara de Belén Esteban, la que es portada de numerosos medios de la prensa del corazón.
No es una de los personajes más arrebatadores que podemos encontrar, pero desde luego que un cambio de cara como éste, no puede pasar por alto y merece un análisis de las distintas operaciones a las que ha sido sometida Belén Esteban.
Y lo de nueva cara es literal, un cambio en mi opinión excesivo que ha dado como resultado un rostro exageradamente artificial. Desde luego que trabajo ha tenido el doctor Vila-Rovira, que así se llama el cirujano responsable de este cambio.
La operación, como véis, no se ha quedado en un simple retoque como se vendió desde un principio, y se distinguen claramente al menos cuatro operaciones estéticas.
Por un lado las bolsas de los ojos se han reducido por la técnica de la beflaroplastia con cortes en los párpados que se acortan para conseguir el efecto lifting, por otro lado se aprecia también un aumento de pómulos que puede haberse realizado inyectando ácido hialurónico.
La naríz, que en un principio iba a ser su único retoque ha sido transformada mediante una rinoplastia utilizando un cartílago de una de sus costillas, algo que suele hacerse frecuentemente en este tipo de operaciones.
Pero ahí no queda la cosa, también son visibles varios liftings en distintas zonas de su rostro: frente, comisura de los labios y mentón, que han dejado como resultado una piel lisa y tersa y unos pómulos más marcados también.
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Vía | El Mundo, Qué
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