Esta semana estamos conmemorando, el vigésimo aniversario del fallecimiento de uno de los grandes hitos no sólo del cine, sino de la belleza, como era Audrey Hepburn.
Confieso que no soy nada parcial, como podréis comprender y deducir, hablando de la grandísima Audrey, pero aún así, cómo no vamos a dedicarle un especial en toda regla, para analizar un poco ese look tan característico a la par que natural que hizo que conquistase a Hollywood y al resto del mundo. Por ello, he aquí nuestro tributo particular…
Un modelo de belleza bien distinto para le época
La fama de Audrey en Hollywood, llegó de la mano de Gregory Peck, en ‘Vacaciones en Roma’, ya que William Wyler simplemente se enamoró de ella. Era la época en la que Elisabeth Taylor, de Marilyn Monroe, Sophia Loren… actrices curvilíneas, sexys, llenas de sex appeal. Sin embargo, la dulzura, inocencia y aura angelical de Audrey conquistaron al público, siendo siempre su delgadez un signo distintivo. Pero todo eso daba igual, porque el conjunto bien le valió para hacerse con una estatuilla de la Meca del Cine, a la que hay que añadir la honorífica.
Más tarde llegarían otras películas como ‘Dos en la carretera’, ‘Cómo robar un millón’, ‘Una cara con ángel’, ‘My Fair Lady’, ‘Sabrina’, pasando por el papel que marcó su carrera, el de Holly Golightly de ‘Desayuno con Diamantes’, aunque aquí no termina la lista, como bien sabemos.
Una cara con mucho ángel
Y después de ese mini-repaso a su trayectoria profesional, hay que pasar al lado de su belleza y de sus trucos. Y es que como el título de su película ‘Una Cara con Ángel’, así era el rostro de Audrey Hepburn, ni más ni menos. Tenía un ángel especial, una belleza de la que muy pocas pueden presumir, de esas que con muy poco estás simplemente espectacular.
De hecho, Audrey siempre se ha caracterizado por un uso de los cosméticos muy localizado. Nada de excentricidades (salvo en los 70, pero es que era otra época), su look se basaba simplemente en un delineado del párpado superior para potenciar su mirada de gata, rubor en las mejillas y los labios con un toque de rojo, pero muy discreto, una combinación absolutamente ganadora de la que tenemos que tomar muy buena nota. Y es que yo también soy de las que pienso que menos es más.
Simplemente preciosa, ¿verdad? Y ojo al detalle, las cejas anchas, como se empiezan a llevar nuevamente ahora.
Un flequillo icónico
Llevamos una temporada que hablamos mucho de los flequillos y de cómo están de máxima tendencia entre famosas y el resto de las mortales. El caso es que podemos considerar que hay algunos de ellos que se han considerado como “icónicos”, de esos que han marcado más tendencia, y entre ellos tenemos que señalar el de Audrey Hepburn que lo lució prácticamente en todas las épocas de su vida aunque de formas distintas.
Sin duda, este a mitad de frente ha sido de los más característicos. Como veis viene de muy atrás, con un capeado, para acabar en un flequillo cortito de esos que no quedan bien a cualquiera, todos lo sabemos.
También se atrevió con el flequillo completo largo y espeso, recto.
Pero sin duda, lo suyo era el flequillo de lado…
En cualquiera de sus versiones.
Los consejos de belleza de Audrey Hepburn
Una vez le preguntaron a Audrey cuáles eran sus secretos y la actriz escribió lo siguiente que ha quedado para la historia de los mejores consejos…
Para labios atractivos, hable con la voz de la calidez. Para ojos adorables, mire lo bueno en la gente. Para una figura delgada, comparta su alimento con el hambriento. Para un cabello hermoso, deje que un niño o niña deslice sus deditos por él, al menos una vez al día. Para una buena estampa, camine con el conocimiento que nunca camina sola. La gente, aún más que las cosas, necesitan ser restauradas, revividas, solicitadas y redimidas; nunca abandone a alguien. Recuerde que si usted necesita una mano amiga, la encontrará al final de sus propios brazos. A medida que envejezca descubrirá que Ud. Tiene dos manos: Una para ayudarse a sí misma y otra para ayudar a los demás. La belleza de una mujer no radica en la ropa que usa, la figura que posee o la manera en que peina su cabello. La belleza de una mujer debe ser vista mirando a sus ojos, porque éllos son la puerta a su corazón, a su alma, el lugar donde el amor reside. La belleza de una mujer no está en su cara, porque la verdadera belleza en una mujer se refleja en su alma. Es el cuidado que amorosamente brinda y la pasión que ella muestra. La belleza de una mujer crece con el paso de los años…
Para mí, os confieso, que Audrey Hepburn es un verdadero ejemplo a seguir.
Fotos | Gtres
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