Llegas a casa tras una larga jornada con zapatos de tacón y, cuando te los quitas, notas un bloque de cemento como pies. ¡Pobres pies! Si tienes un rodillo de madera como el de la foto, un automasaje en tus cansados y machacados pies te viene de maravilla.
Recuperas el tacto, ayudas a activar la circulación sanguínea, descansa muchísimo y da un gustirrinín celestial. Lo mejor de este masaje con rodillo de madera es que no necesitas a nadie, puedes dártelo tú sola y es facilísimo. No tienes que tener ningún tipo de experiencia y te sentirás fantásticamente relajada de pies en pocos minutos.
Si no lo has utilizado nunca, es de las sensaciones que no te puedo explicar: hay que probarlo. Colócate de pie con los pies descalzos y, presionando suavemente con el propio peso del cuerpo, haces que el rodillo ruede de la punta de los pies hasta el talón.
Las que tengáis cosquillas, no dudéis en probarlo. Poco a poco aumentáis la presión (el peso del cuerpo) sobre el pie y el rodillo, el alivio es inmediato. Es uno de mis mejores trucos de relajación y lo utilizo siempre que noto los pies cansados. Es una sensación deliciosa y efectiva. ¡Y barata!
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