Una de las formas más divertidas de ponernos en movimiento es bailando. Quizás no sea el mejor entrenamiento que puedes realizar, pero sí tendrá efectos positivos sobre tu salud al moverte más, sobre tu autoestima y sobre tu mente, ya que te ayudará a olvidarte por un rato del trabajo y demás obligaciones que tenemos día a día.
La música nos hace felices, y movernos a su ritmo nos hace sentir mejor. En los gimnasios y en las academias tenemos a nuestra disposición una amplísima oferta de clases de baile con las que divertirnos y ponernos en acción. Repasamos las mejores clases de baile para que no se te escape ninguna y puedas dar con la tuya.
Zumba y latino: el ritmo en las caderas
Si estás buscando clases de baile en tu gimnasio, Zumba y latino suelen ser las más demandadas. Antes de nada, no olvides que estás en un centro deportivo, y que lo busca la mayoría de la gente es ponerse en forma de manera divertida: si quieres conocer a fondo los pasos básicos de diferentes bailes como la salsa, la bachata, aprender a hacer figuras... quizás una academia sería una mejor opción.
Las clases de Zumba y de latino son perfectas para moverte sin descanso, para trabajar tus piernas y tus glúteos y, sobre todo, para pasártelo bien. La música fresca y de moda, incluyendo temazos del verano, te anima a seguir bailando y a querer continuar aún cuando termina la clase.
Burlesque: la unión de baile y actuación
Si eres de las que se montan videoclips en su propio baño, actuando frente al espejo y con el cepillo del pelo como micrófono, entonces te encantará la clase de Burlesque. Nosotras la probamos hace unos meses y salimos encantadas y con muchas ganas de más.
Ideal para trabajar nuestra coordinación y nuestra flexibilidad, y sobre todo para perder la vergüenza de bailar y actuar delante de más personas, las clases de Burlesque pueden ser un complemento perfecto a tu entrenamiento los días que quieras llevar un ritmo más bajo. ¡No olvides tus tacones, y a bailar!
Funky y hip-hop: el ritmo de la calle y de la disco
¿Esperas con nervios el fin de semana para romper todas las pistas de baile? Entonces el funky y el hip-hop son lo tuyo. Ambas clases vivieron su momento de gloria en los gimnasios hace unos años, ligadas quizás al boom de los programas de jóvenes bailarines y de las películas tipo Step Up. Pero han sabido sobrevivir y siguen dando guerra con nuevas coreografías al ritmo de las mejores canciones que escucharás en las discotecas.
Si eres principiante y no pillas todos los pasos el primer día, no te desanimes. Intenta centrarte en los pasos básicos para ir aprendiéndolos poco a poco. Verás como día tras día tu coordinación va mejorando y vas adquiriendo un estilo propio del que podrás presumir los fines de semana.
Swing: de vuelta a los años 20
Últimamente han proliferado las escuelas y asociaciones que ofrecen clases de swing, un estilo de baile que nació de la mano del jazz en la zona sur de Estados Unidos a finales de los años 20. Con sus orígenes en la comunidad afroamericana, el swing nos presenta distintas modalidades de baile, como el charlestón, el balboa o el lindy hop.
El swing es un baile muy creativo, ya que está basado en buena parte en la improvisación, al igual que la música jazz. Además, es un tipo de baile muy social en el que se baila en parejas y se realizan muchos cambios. Es rápido, acompañado por música alegre y vivaz que te invita a moverte aunque no conozcas los pasos. Después de conocer los pasos básicos podrás improvisar como todo un profesional.
¿Con qué estilo te quedas tú?
Imágenes | Krocky Meshkin, Edson Hong, Steven Depolo, Paul Cox, Robert Pratt
En Trendencias Belleza | Probamos el Burlesque: en forma bailando como en un cabaret