Blanca Suarez sorprende (y bastante), en los premios Spirit

Si hay una actriz española que se suele arriesgar en las alfombras rojas, es Blanca Suarez. Ayer fue la representante española en los premios Spirit y nos sorprendió a todos con este look tan transgresor.

Aunque su vestido, con escote profundo y estampado navajo firmado por Emilio Pucci no me convenció (igual en persona gana, pero creo que no favorece su figura), el maquillaje me encantó... una mezcla de simplicidad y un toque rockero que le sumaron muchos puntos al conjunto.

Blanca lució una piel apenas tocada con un toque de blush. La gran protagonista fue su mirada gracias a las sombras en tonos tierra y bronce y unas pestañas postizas bastante voluminosas. Las cejas marcadas y los labios en nude con un toque de gloss completaron un look que en mi opinión, es una apuesta segura: sencillo pero elegante.

En cuanto al pelo vimos un moño bajo un poco deshecho y flequillo suelto en la parte frontal. Elegir un peinado como este brinda un aire muy juvenil que a mi me gusta, sobre todo si se acompaña con un vestido como el que la actriz eligió.

Consigue el look

Como siempre, os proponemos los tres productos esenciales en losque nos deberíamos fijar para copiar un look como este.

Las pestañas postizas no podrían ser otras que las 34 lashes de MAC, ya que brindan una longitud extrema. Son finas y ligeramente más largas en los extremos exteriores para lograr un efecto natural.

Para las mejillas me decantaría por el colorete Rockateur de Benefit (uno de mis favoritos de todos los tiempos): brinda exactamente el tono que lleva Blanca en sus mejillas, con un toque de brillo muy sutil que aporta un aspecto muy saludable al rostro.

Para los labios, utilizaría uno de los lanzamientos más sonados de este último mes: el Volupté Tint-in-oil de YSL, un tinte en aceite que hidrata y brinda un brillo precioso a los labios son dejarlos pegajosos.

¿Os gusta el look de Blanca Suárez?

Fotos | Gtres

En Trendencias Belleza | Cómo llevar un look intenso, equilibrado y perfecto, por Megan Montaner