Desde 1863, la firma Bourjois (con “j” de alegría, no confundir con “bourgeois” (burgués)) ha contribuido a embellecer a las mujeres procurando que sus propuestas de maquillaje resultasen lúdicas y creativas a un mismo tiempo, manteniendo en todo momento su personalidad.
¡Engañar a las féminas no resulta fácil! Bourjois funda su legitimidad en el maquillaje imponiéndose con maestría en todo lo relacionado con el color a través de conceptos inéditos hasta la fecha: colores increíbles, efectos explosivos, sensualidad en las texturas, todo “Made in Paris”.
Experta en belleza, en color y en alegría de vivir, la marca – parisina y femenina en esencia -, ha sabido extender su savoir-faire al mundo de los tratamientos para el cuerpo. No es extraño, por tanto, que en el año 1924 se asociase a Coco Chanel para crear la empresa de Parfums Chanel.
Para acompañar la emancipación de las mujeres durante los Años Locos, la marca empieza a ser representada por Babette, una embajadora imaginaria, creada para la fragancia “Mon Parfum” que, con su corte de pelo a lo garçonne, sus ojos y labios maquillados, y sus pómulos marcados, esta parisina, independiente (fuma y se mete con su marido), escribe en los periódicos sus aventuras en Deauville (el Marbella de España, sólo que con carreras de caballos).
Babette respiraba alegría de vivir, sentido el humor, libertad, y se propuso guiar a todas las mujeres por el camino de la sedución. Eso, por lo menos, eran lo que rezaban los claims de las vallas publicitarias de la época.
Premonitoria y visionaria fue aquella otra publicidad que databa de 1936 en la que se podía ver a una parisina depositando su voto en una urna en la que se podía leer “Rose Thé”, el nombre de la referencia del producto que se acababa de lanzar. Su slogan: “la mujer votará”. Así fue, sólo que tuvieron que transcurrir nueve años más.
Sus ocho sombras de ojos pertenecientes a la colección “Rendez-vous à Paris”, ilustran, cada una de ellas, a través de sus icónicas cajitas redondas un mítico lugar de la capital de la luz: la Tour Eiffel, el Arco del Triunfo, la Ópera, etc. de manera romántica y chic. Seis millones de estas cajitas redondas se siguen vendiendo cada año en todo el mundo.
A pesar de ser una de las firmas de cosméticos más antiguas de Francia, Bourjois ha sabido conservar su visión de futuro fabricando siempre productos innovadores, con tonalidades que siempre van acordes con las últimas tendencias.
Sinónimo de feminidad, alegría y sentido del humor, la marca ha sabido imponer su espíritu en todo el mundo. Su regla de oro: conservar el espíritu Bourjois, el de la originalidad y el de la feminidad, para tomar siempre en serio a las mujeres sin ponerse demasiado serios.
Con motivo de su aniversario, se están preparando muchas sorpresas (eventos, ediciones limitadas, etc.), que iremos descubriendo a lo largo de este 2013. Mientras van llegando, desde Trendencias Belleza deseamos a Bourjois un feliz cumpleaños, porque 150 años son toda una vida contribuyendo a que las mujeres se sientan más guapas.
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