La llegada del otoño se ha hecho esperar pero cuando lo ha hecho nos ha pillado en sandalias, ¿verdad?, ahora de repente las lluvias son más presistentes, han bajado las temperaturas considerablemente y el sol no luce como antes, le falta fuerza y le faltan horas.
Nuestra dieta o nuestra manera de alimentarnos también ha cambiado, con la llegada del frio nos apetece más la comida caliente, la denominada de cuchara y es lo ideal ya que este tipo de dieta aporta energía suficiente y nutrientes para reforzar las defensas y afrontar la nueva temporada con menos resfriados, gripes e infecciones.
¿Cual es el objetivo principal?, pues prevenir las enfermedades y dolencias arriba descritas manteniendo equilibrada la aportación de vitaminas, sales minerales y proteínas de elevada calidad. ¿Nos acompañas para preparar juntas un buen menú de otoño?
Nuestra alimentación en otoño: primeros platos
Llegan de nuevo las verduras de esta temporada y podemos volver a tener unos primeros platos basados en ellas. Las setas, las coles de Bruselas, champiñones, la alcachofa, la coliflor, las calabazas, el calabacín, las berenjenas, repollos y las lombardas se convierten en protagonistas este otoño.
Tienen máxima importancia ya que, por ejemplo las setas, tienen mucho ergosterol, una sustancia que se localiza en los tejidos vegetales y que puede transformarse en vitamina D, a menos luz solar debemos aportar a nuestro organismo esta vitamina tan importante. Como dato muy interesante os diré que para el desayuno ¿Por qué no comer verduras?
Lo mismo pasa con las coles (coliflor, berza, de Bruselas, brócoli, etc.) que son ricas en vitamina C y ácido cítrico que es un potenciador de la acción de la vitamina C. Todas estas verduras tienen entre sus propiedades fitoquímicos (glucosinolatos, isotiocianatos e indoles), ¿beneficios? su acción antioxidante y la recarga del sistema de defensas.
Nuestra alimentación en otoño: segundos platos
Con la llegada del frio debemos hacer hincapié en incluir una mayor cantidad de proteínas y grasas para compensar el mayor gasto calórico y combatir todas las necesidades de la época fría, además hay que tener en cuenta que en esta época habrá días de calor moderado y al día siguiente frio intenso y el cuerpo se descompensa con tanto cambio.
Será el momento de ir incluyendo cocidos, legumbres y guisos de patatas con carne o pescado. El hierro que está presente en casi todas las comidas nos ayudará enormemente ya que es un mineral básico para fortalecer el organismo, por eso no debe faltar nunca, y especialmente en otoño. Hay que tener presente que la pasta, el arroz, las legumbres o las patatas aportan energía y son pobres en grasas.
Nuestra alimentación en otoño: fruta y fruto secos
¡Al rico cítrico! las naranjas, las mandarinas, los limones, los kiwis, los pomelos, etc. son ricos en vitamina C, la vitamina que más beneficios tiene para la prevención de resfriados. Los aguacates lo son en vitamina E y la uva es una fruta con muchas calorías debido a su alta cantidad de azúcares pero presenta una acción antioxidante y una gran cantidad de hierro.
La granada, las peras, los plátanos y manzanas tampoco tienen que faltar en tu dieta ya sea en el desayuno o después de las comidas aunque la fruta se convierte también en una excelente merienda.
Los frutos secos como las castañas y las nueces, que son propias de esta temporada, también son buenas alternativas ya sea para cocinar con ellas como para tomarlos crudas teniendo en cuenta siempre que son un heterogéneo grupo de alimentos con efecto preventivo cardiovascular. Hace años que se escuchan estas propiedades, sobre todo de las nueces, y cada vez salen nuevos estudios que lo afirman una y otra vez.
Siempre he escuchado que con un puñado de nueces al día tu corazón estaría sano y que también sirve para perder centímetros en la zona abdominal y esta época es la ideal para hacerlo, ¿o prefieres las castañas?
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