Nuestra compañera Gabriela de Vitónica ha venido a corroborar lo que llevo días escuchando en la radio, el cuidado que tenemos que tener con las cenas de Navidad. Un profesor de la Universidad de Navarra decía en RNE esta mañana que el peligro es empezar a comer productos navideños desde que están en los supermercados.
¿Por qué? Porque cada vez llegan antes, casi en octubre, y empezar entonces con el turrón puede hacernos engordar hasta cuatro kilos para cuando llegara diciembre. Tengo amigos que a principios de noviembre ya se habían comido el primer roscón del año. Y siguen claro, todos los días. ¿Está mal? Ellos hacen ejercicio en gimnasio todos los días, así que lo queman, lo que es genial. En mi caso, no me gusta el dulce, así que no tengo problema. Eso sí, dame salado… y habrá peligro.
Es como dice Gabriela, en una cena normal cualquier mes del año, podemos ingerir una media de 800 calorías, aproximadamente. En Navidad, en una cena de empresa, amigos o con familia (por lo visto hoy es el día del año que más cenas oficiales hay), esa cifra puede aumentar hasta las 2.000 de la manera más normal.
Por ejemplo, tres lonchas de jamón tendrán 150 calorías. ¿Quién teniendo un plato cerca sólo como tres lonchas? O en las bebidas, dos copas de vino tienen 200 Kcal; un vaso de refresco cerca de 85 Kcal; una copa de champagne tendrá 120 Kcal.
Si conduces, es verdad que esto se reduce. Pero si no es el caso, te aseguro que yo con la zona aperitivos y bebidas ya cumplo cuota…
¿Solución? Creo que no la hay, o nos cuidamos y comemos un poco menos (sí, es la peor frase que puedo decir), o disfrutamos y lo quemamos en el gimnasio, de paseo, bailando o con la pareja, pero hay que quemarlo.
Imagen | Santos MR
Vía | Vitónica
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