Con ocasión del desfile Couture de Chanel para la temporada otoño-invierno 2015-2016 el Grand Palais de París se transformó en un gran casino al que bautizaron con el nombre de Cercle Privé, y las modelos en maniquíes propios de los Locos Años 20, por lo menos el tiempo que duró el desfile.
Las modelos lucieron todas un corte a lo garçonne a lo Louise Brooks - que ahora nos ha dado por llamar "bobbed wig" -, en un color azabache, oscuro como el ala de un cuervo, con menos flequillo y más degradado en la nuca por imposición de las pelucas. Un corte y un tono de pelo que contrastaba mucho con un color de tez muy claro, con los labios muy rojos, y con las mejillas muy marcadas por el rubor como solían pintarse antaño las muñecas de porcelana. La mirada, en cambio, aparecía desnuda, sin gota de maquillaje, sólo enmarcada por unas cejas espesas y oscuras.
Un maquillaje inspirado en los códigos estéticos de belleza que empezaban a ponerse de moda cuando Gabrielle Chanel abrió su primera boutique en Deauville allá por el año 1919, pero con un nuevo twist.
Al eliminar el flequillo, se despeja la mirada y el rostro aparece enmarcado únicamente por las cejas. Un resultado geométrico que recuerda también un poco a los maquillajes japoneses bajo un prisma moderno, pero con un indudable toque retro. Un guiño al pasado pero con el dominio de las técnicas actuales.
Sitio oficial | Chanel
Foto | Instagram @nadjabender