La última vez que vimos a Cheryl Cole en la portada de una revista fue en la portada de febrero de la revista Elle. De nuevo melena salvaje (entonces suelta), en esta ocasión con un recogido muy a lo italiano, diferente.
Me recuerda a Penélope Cruz en la película Volver. Aunque en este caso, menos forzado. La cantante posa natural, super sexy, con los labios en tono rosado mate (me ha recordado a los tonos de Lancôme L’Absolu Nu), con los pómulos marcados y los ojos apenas enmarcados en negro.
Ligero ahumado rosado, unos ligeros toques de rosa, y una máscara de pestañas que se intuye muy natural, especialmente por tener sólo parte de las pestañas muy curvadas.
En la revista Glamour británica han lanzado un especial con la evolución del estilo de Cheryl Cole, impactante. Cheryl, ¡qué bien te sienta el paso del tiempo!
El protagonista debería ser el vestido, blanco inmaculado como las portadas de abril que ya vimos, pero me quedo con el peinado, ese recogido informal que le aporta un look sofisticado, diferente, cuidado pero como si estuvieras recién levantada. Y lo más importante, marcando cuerpo 10.
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