Siete grandes perfumistas han creado todo un Taller de flores, una colección de perfumes para Chloé súperpremium: 9 fragancias de altísima calidad y producto natural y muy puro componen Atelier des Fleurs. Cada uno de estos aromas se centra en una planta, rama o flor, y todas se pueden combinar entre sí, al gusto de cada una, para así personalizar el aroma.
El layering, en el entorno de la perfumería, consiste en ir poniendo distintas capas de perfume para crear uno sólo y muy personal. A esta tendencia en alza se suma la casa Coty que ha encargado esta colección a siete narices de lujo. En un envase más sencillo de lo que Chloé nos tiene acostumbrados, buscando desde el exterior la pureza y sencillez que encontraremos luego, Chloé presenta estas pequeñas joyas de la perfumería y en su interior aguardan ingredientes muy concentrados, muy puros, con apenas tratamiento, todos naturales y de calidad extraordinaria.
La idea es que más que un perfume, acercarse a este Taller de flores sea una experiencia, un viaje, y que cada mujer pueda encontrar la forma de combinar dos o más perfumes para crear un aroma personal y único. Desde la firma nos cuentan como hacerlo: Primero se elige la "firma". Uno decide cuál es el aroma al que quiere oler. Lo que va con la personalidad. Y ese perfume se aplica en forma de uve desde la zona del cuello y los hombros hacia el escote. Después se elige la "faceta", se le da un giro al aroma y eso se hace perfumando las muñecas. Y por último "el color", se remata con otras notas que te acompañarán como una bruma y que hay que aplicar en forma de C sobre el cuerpo. En O, si se prefiere. De esta manera, si te haces con tres perfumes tienes muchos distintos. Para empezar, tienes tres que puedes usar de forma independiente. Y luego pueden cambiar las posiciones y formas de perfumarte cambiando a su vez la forma en la que hueles. Porque el orden en el que se asientan y la forma en la que te perfumas, cambian y reaccionan con facetas y estilos diferentes.
Nueve perfumes, nueve historias
Rosa Damascena. Creada por Amandine Clerc-Marie, se inspiró en los arreglos de pétalos y hojas arrugadas que Amandine Clerc-Marie preparaba en el jardín de su familia cuando era una niña. Ligeramente especiada, la rosa damascena es la flor que mejor domina Chloé y aquí aparece muy rotunda y fresca.
Lavanda. Quentin Bisch ha querido hacer una fragancia luminosa con esta flor en recuerdo de un momento de su infancia cuándo vio a su madre entrando de su jardín de la Provenza hacia la fresca sombra de la casa, a contraluz, con un ramo de lavanda en sus brazos.
Magnolia Alba. Por Louise Turner, es una fragancia fresca, en recuerdo de los días soleados en la Inglaterra natal del perfumista en los que el florecer de la magnolia anunciaba la llegada de la primavera. Es verde y ligera con un toque de limón maravilloso.
Cedro. Repite Quentin Bisch, con esta fragancia en la que se trata de una rama, más que una flor. Amaderada, con aromas ahumados, este bouquet de cedro tiene una historia más divertida. El padre del perfumista llegó con un ramo de flores escondido para regalar a su madre y la sorpresa al sacarlo de su escondite tras la espalda, es que no había flores si no ramas. La sensibilidad de Quentin Bisch crea con esta broma uno de los mejores perfumes de la colección para mi gusto.
Hibiscus. Domitille Michalon Bertier lleva esta flor al taller de flores creando un perfume ligeramente afrutado y tropical, en recuerdo de los jardines polinesios dónde creció.
Mimosa. Repite Amandine Clerc-Marie. La fragancia más empolvada de todas, en recuerdo de sus primeros días formándose como perfumista en las colinas de Grasse a sus tempranos 20 años, cuándo la mimosa florecía y ofrecía facetas empolvadas.
Neroli. Otra de mis favoritas, y creo que gustará mucho en España porque adoramos esta flor. Sidonie Lancesseur, su creador, se inspira en un viaje a Sevilla cuándo el azahar está florecido. Es de esos aromas que no puedes dejar de aspirar porque es embriagador y fresco a la vez.
Verbena. Mylène Alran nos trae esta flor recordando el jardín de sus padres. Allí, se frotaba las manos cuando era niña para perfumarse. Resalta el bouquet por su delicada frescura de limón. También va a ser un aroma ganador.
Sambac. Louise Turner crea esta fragancia de jazmín sambac en recuerdo del Día de la Madre en Bangkok, donde es la flor típica para regalar en ese día. La intensidad de su aroma es extraordinaria y los fans del jazmín tienen aquí una tentación imposible de salvar.
Cómo combinar las fragancias Chloé Atelier de Fleurs
Pudimos experimentar en la presentación y disfrutar de las fragancias. Nos explicaron distintas opciones. Por ejemplo. Si quieres un perfume chispeante, se puede empezar con Verbena, Lavanda o Neroli, después darle un toque floral con Rosa damascena, Jazmín o Magnolia Alba. Y por último darle un toque atalcado con la Mimosa, o el Cedro. Y el aroma acompaña por todo el día gracias a la pureza de los ingredientes y que has reforzado tres veces con aromas. Es cómo ir envuelta en una potentísima nube de flores y ramas.
Hasta aquí es espectacular la colección y cada uno de los aromas. De hecho es muy difícil elegir, los indecisos tendrán un problema. Mi recomendación, no pensarlo mucho e ir a lo primero que que haya gustado en piel. Ahora bien, cómo podéis ver una experiencia muy exclusiva que hace que sólo se encuentren en dos puntos de venta en España: El Corte Inglés de Diagonal y El Corte Inglés de Marbella. También en la web de El Corte Inglés. Y sí, los precios son también dignos de mención porque hablamos de producto de súper lujo. El frasco de Atelier des Fleurs, cuesta 96 €. El de 150 ml, 185 €. Un placer no apto para todos, pero un regalo navideño espectacular y sorprendente sin duda. Según presupuesto, habrá que tomar complejas decisiones. Lo bueno: todas se pueden mezclar, así que el acierto es seguro.
Imágenes| Chloé.
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario