Código Juventud de L’Oréal, un nuevo antiarrugas a prueba (I)

En marzo, L’Oréal sacará al mercado un nuevo tratamiento antiarrugas llamado Código Juventud compuesto por tres productos: Crema de día, contorno de ojos y un concentrado anti-arrugas rejuvenecedor.

En Arrebatadora, nos hemos adelantado y ya hemos tenido la oportunidad de testar este producto para vosotras, para que tengáis todos los datos antes de que salga a la venta. Hoy os contaremos los resultados y os comentaremos cómo actúan sus ingredientes, así como lo que nos gusta y lo que no nos termina de convencer.

Principios activos y objetivos de Código de Juventud


Tecnología Pro-Gen, adenosina y “ciencia de los genes” son palabras y conceptos que acompañan a estos tres productos en su campaña y que muchas veces a los consumidores nos pueden confundir. ¿Qué significan esta palabras tan sofisticadas? ¿Tiene que ver con técnicas genéticas? ¿Cómo inciden en nuestra piel?

La verdad es que una oye que una crema penetra hasta sus genes y puede alarmarse. Lo que pretende este tratamiento, al menos sobre el papel, es estimular los genes de nuestras células para que trabajen contra las agresiones externas como cuando eran más jóvenes. No sé hasta qué punto una tecnología, a priori tan sofisticada, puede cumplir lo que dice por menos de veinte euros. Podremos comprobar los resultados a ras de piel pero, ¿realmente sabremos si los genes de nuestras células cutáneas se habrán revitalizado?

Tras las dudas técnicas, nos centraremos en los objetivos de este tratamiento. Las tres cremas están indicadas para mujeres a partir de 40 años de edad que buscan una piel más joven, descansada y luminosa y una reducción de arrugas. No soy muy partidaria de establecer una edad inicial o límite, pues todo depende de nuestra propia piel, creo que es una decisión individual y no genérica. Tras desvelar sus objetivos, vamos a descubrir si los consigue.

Nosotros hemos probado este tratamiento en dos mujeres de distinta edad para tener más puntos de perspectiva en la valoración. Por un lado, una mujer de 60 años, con necesidades reales de reparación y efecto antiarrugas, y por otro, una de 28, yo misma, con líneas de expresión pero sin una necesidad real de crema antiarrugas.

Aroma y textura en Código de Juventud


Se ha tratado de hacer un tratamiento para todos los sentidos, con texturas agradables y con aroma. Personalmente, me gusta que las cremas huelan y estas tienen un aroma suave. Imagino, que a las partidarias de productos cosméticos para el rostro sin perfume, esta característica no les hará mucha gracia. En cuanto a la textura, al igual que la mayoría de cremas del mercado, penetra rápidamente y es ligera.

Me gusta mucho la idea de crear un producto cosmético desde varias perspectivas, no sólo como tratamiento, sino como ritual para los sentidos, lo hemos visto también en productos de tratamiento corporal. El producto trabaja tu piel, pero a la vez, te da una sensación de confort y frescor inmediato a través de su testura y su perfume. Esto forma parte de una corriente cosmética llamada holística en la que los cuidados deben ser globales, ya que cualquier parte incide en todo lo demás.

Crema anti-arrugas rejuvenecedora de día


Está indicada para aplicarla por la mañana y por la noche, de ahí que su nombre pueda prestarse a confusión. Como hemos comentado, el efecto de frescor y elasticidad es inmediato, y también el efecto aterciopelado. En una piel de 60 años, nos destacan esa suavidad de la crema así como su efecto unificador del tono. También, que las arrugas se difuminan levemente. La piel se ve mejor con el paso de las semanas.

En una piel de 28 años, la sensación no es de una crema antiarrugas pesada, sino de una crema bastante reconfortante. Las dos cosas que más me han gustado es que no engrasa, ya que tiene agentes matificantes y eso es perfecto para una piel mixta como la mía. Y por otro lado, los elastómeros de silicona que contiene la hacen estupenda como base de maquillaje, al unificar también la textura de la piel.

Es una crema bastante hidratante pero sin llegar a saturar la piel. La sensación de bienestar es inmediata y el efecto tensor se hace visible con el paso de los días. Para una piel joven, como la mía, creo que no es necesaria su utilización. Si la he testado era para obtener dos puntos de vista diferentes a la hora de hacer la prueba. Para mi edad, recomiuendo cremas más preventivas como Youth Surge, que reparadoras como esta.

Hablando de Youth Surge, recordaréis que esta crema tenía dos variantes para pieles secas-normales y para mixtas-grasas. Creo que cualquier crema debería hacer esta diferenciación. Por ejemplo, en Código Juventud tenemos agentes matificantes que a mí me vienen muy bien por tener la piel mixta, pero que creo que serán innecesarios en una mujer que tenga la piel muy seca y, por lo tanto, otras necesidades.

En la segunda parte, veremos los pros y los contras de los otros dos productos que componen este Código Juventud.

Portada de Trendencias