Seguro que a estas alturas casi todo el mundo ha utilizado o conoce algún producto cosmético que contiene Q10. La estrella de los contornos de ojos y cremas hidratantes se ha hecho muy popular por su supuesta capacidad de evitar y reducir las arrugas, aunque quizá hoy ya no esté tan clara su efectividad.
Esta coenzima producida naturalmente por las células de nuestro cuerpo se hizo tan famosa en cosmética por su función antioxidante dentro del organismo, pero la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirma que no tiene ningún efecto añadido si la tomamos como suplemento.
Dentro de los complementos dietéticos la Q10 se ha vendido para multitud de usos (mejorar el rendimiento físico, la capacidad muscular etc.) entre ellos también para proteger la oxidación del ADN, lípidos o proteínas.
En este sentido la EFSA ha determinado que no sólo se han empleado métodos erróneos para valorar su capacidad antioxidante, si no que además los resultados que se han encontrado en experimentos realizados con animales o in vitro no pueden aplicarse a humanos.
La cosmética queda fuera de los límites de esta organización encargada únicamente de evaluar alimentos, pero a falta de una entidad que controle los malos usos en el sector, podemos ir haciendo nuestras propias conjeturas. Entre ellas la de que resulta bastante lógico que si la coenzima Q10 no funciona como suplemento alimenticio hay pocas posibilidades de que lo haga en su aplicación externa.
Yo probé hace tiempo varios contornos de ojos que la contenían y la verdad es que dejé de usarlos porque no noté ningún beneficio reseñable. De momento me quedo con la duda, y vosotras ¿Habéis probado productos con Q10? ¿Os han funcionado?
Vía | SCIENTIA
Foto | v1388111vicky
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