Soy consciente que la famosa crema Nivea tiene un club de adeptos impresionante pero la odio. Odio que la gente la utilice pensando que es la panacea enlatada cuando el resultado cosmético es realmente pobre.
Para poder juzgar con conocimiento de causa, la probé durante el mes de agosto como tratamiento de pies, porque no me pongo Nivea en la cara ni regalada. Y lo confronté con otra crema, L’Occitane para pies, supuestamente menos grasa.
Pie derecho, Nivea. Pie izquierdo, L’Occitane. Sea cual sea vuestra elección, lo ideal es aplicarse una buena capa de crema en el pie, insistiendo en las zonas más secas de la planta, y llevar calcetines de algodón un par de horas. Si te lo aplicas antes de ir a dormir o viendo la TV en el sofá, perfecto.
Las dos texturas
En Agosto, la necesidad de aplicarse una crema realmente espesa y grasa se convierte en un placer. Los talones de los pies se convierten en una especie de pata de elefante incomodísimos. Pensé que era el momento de comprar la famosa lata de nivea.
Por otro lado, y pensando en hacer esta prueba para las lectoras de Arrebatadora, le pillé a mi madre una crema para los pies de la gama del Karité de L’Occitane. Os comento a continuación la sensación de ambas texturas:
Textura de Nivea, la clásica lata de crema: la untuosidad de Nivea es francamente fantástica. Una crema espesa y de un tacto agradable, es lo que necesitas para cubrir una necesidad de sequedad intensa. No tiene perfume y se extiende muy bien. En cambio, le falta poder de penetración en la piel y le cuesta absorberla.
La textura de la crema para los pies de L’Occitane es mucho más ligera. La sensación al tacto es que no va a nutrir suficientemente pero, una vez aplicada, se absorbe mejor que Nivea y la sensación de confort me gustó mucho. Lo único que le critico es el aroma a lavanda que tiene porque no me gusta.
Bien, estas son mis percepciones sensoriales en cuanto a la aplicación de ambas cremas. Mi operación personal calcetín-de-verano duró todo el mes de agosto, un par de veces a la semana como mínimo. Me encanta el calzado de verano descubierto (Havahianas, sandalias) y hay que lucir los pies cuidados.
Los resultados
Si bien la textura que se suponía más crasa y más nutritiva era Nivea, el resultado es más bien pobre. El pie con Nivea presentaba un aspecto más seco que el otro, la piel del talón era algo más gruesa y más blanquecina. Toda la untuosidad cremosa de la aplicación no se corresponde al resultado.
El pie tratado con L’Occitane tenía la piel más elástica y nutrida, menos aspecto blanco en el talón y la capa de la piel era menos gruesa. Al pasar la piedra pómez en el talón al final de mi ducha, la piel estaba más blanda y se desprendía más cantidad de piel muerta.
El precio de la lata de Nivea no tiene secreto. La crema de pies L’Occitane es un tubo de 150 ml. y cuesta 17,50 euros. No tengo ninguna duda de que esta última es mucho mejor por resultados.
Es una prueba facilísima que podéis hacer vosotras mismas en casa y comprobar los resultados. Me encantará comentar cualquier cuestión con vosotras: la ventaja de Arrebatadora es poder conocer estas opiniones y ser escuchada. Anímate a comentar.
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