Cómo combatir los gases (y IV)

Para terminar este monográfico de batalla contra los gases, hoy os presento varios consejos más, de temáticas variadas, para poder acabar con ellos. Algunos son hasta graciosos, ya veréis.

Evita el tabaco: Si los cigarrillos son malos para todo, no iban a ser menos con los gases. Y es que al fumar, aparte del aire que va a los pulmones, también tragamos aire que va al estómago. Espero que no fumes, que si fumas no lo hagas después de comer (uno de los clásicos cigarrillos), y mucho menos que lo hagas comiendo.
Mantita eléctrica: Cuando termines de comer, prueba a ponerte una mantita eléctrica en la zona abdominal mientras haces la digestión. Te calmará bastante. Con el ritmo de vida que llevamos, habrá que dejar esto para los días libres, porque no creo que a mi jefe le haga gracia verme con la manta…
Andar a gatas: Sí, como lo leéis. Viene genial para expulsar los gases. En serio. Podéis probar en el pasillo de casa o dando una vuelta por el salón. Relajaos y gatead. Si os da vergüenza tanto por la postura como por los gases expulsados, esperad a estar solos en casa.
Chicles y caramelos: Esto ya lo hemos comentado aquí, que se traga mucho aire. Pero es que además hay algunos chicles sin azúcar que llevan sorbitol, un edulcorante artificial que provoca gases.
Masajes: Date (o que te lo den) un masaje circular en la zona del abdomen, siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Te aliviará y además facilitará el tránsito intestinal. Utiliza una cremita reafirmante o anticelulítico y seguirás sumando beneficios al masaje.
Ejercicio: es algo fundamental y que ya os hemos comentado. El sedentarismo y el estrés nos dan gases y el ejercicio combate no sólo los gases sino otras consecuencias derivadas de esas características de la vida moderna. Si no te gusta demasiado el ejercicio, prueba con el pilates, donde el punto clave es el trabajo abdominal.