Que cuesta arriba se nos hace a veces controlar el hambre, nos intentamos cuidar cada día más pero en algunas ocasiones nos llama la nevera y vamos a ella como mosquitos a la luz. Las dietas bien hechas no nos tienen por que hacer pasar hambre y no todo es cuestión de hervir los alimentos, hay multitud de formar de engañar al hambre haciendo que la comida esté riquísima.
La alimentación diaria tiene que ser divertida para que no nos aburrramos a la primera de cambio, cocinar en papillote (alimentos envueltos en papel de alumnio y al horno), a la plancha y al vapor harán de tus platos cada día algo diferente. Para calmar el apetito nada mejor que calmarlo con alimentos poco calóricos y sin embargo que sean muy saciantes como la manzana, los espárragos, el tomate, las fresas, las setas o la coliflor.
Si aún así necesitas ayuda extra prueba con el chitosán o déjate aconsejar en tiendas especializadas sobre complementos alimenticios que engañan el apetito.
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