El precio al que están algunas barras de labios nos hace a veces usarlas con cautela y rogando que nos dure lo más que se pueda. También en muchas ocasiones al perder la forma original y quedar poca cantidad de producto quedan aparcadas en el baño y a lo largo del tiempo acabará en la basura. Hay una manera de sacarle el máximo partido y volver a recuperarla para volver a usarla, esta vez en formato gloss.
Busca por casa una cajita gastada de vaselina o también sirve un pastillero que se cierre bien y límpialo para eliminar cualquier resto de producto. Con un palillo o aguja gorda de ganchillo (no uses bastoncillos, absorben mucha cantidad y dejan pelitos) saca de la barra de labios el carmín que queda en su interior. Con cuidado lo vas poniendo en la cajita sin necesidad de ir aplastándolo.
Cuando hayas terminado echa unas gotas de un gloss que tengas en casa, si no es de brillo al menos que sea de un tono similar. Coloca un poco de agua en un cacito y pon la tapadera del revés, pones la cajita encima y cuando el agua eche a hervir bajas el fuego. Con el palillo vas moviendo la mezcla hasta que se funda y después apaga el fuego, retira y déjalo enfriar. Ya tienes un excelente gloss casero hecho con tu vieja barra de carmín.
