No es cuestión de años, ni de belleza y mucho menos de dinero, tener una piel espléndida a cualquier edad es plantearse un “estilo de vida” y unos cuantos buenos hábitos. Evitar los agentes del envejecimiento está en tu mano, ten fuerza de voluntad y tu piel se irá quitando años a medida que los cumplas.
Estrés. Cuando tu organismo está estresado disminuye el riego sanguíneo de la piel y se retrasa la llegada de los nutrientes a las células. Si no puedes evitarlo compénsalo con actividades que te ayuden a relajarte y aprende técnicas para hacerlo. Cuando la piel está cansada se pierden reservas energéticas de oligoelementos, sales minerales, vitaminas y magnesio. Por las noches la regeneración celular no se hará efectiva con estos antecedentes.
Alcohol. Presunto culpable un muchos casos de no dejar que la piel absorba las vitaminas, sobre todo las del grupo B y C. Si consumes “moderadamente” introdúcelas en tu dieta.
Tabaco. También es sospechoso en este caso de alterar consideradamente el estado de tu piel, desencadena la producción de radicales libres y degrada en este caso de nuevo la vitamina C ocasionando su déficit.
Café, grasas y azúcares. Los tres son los causantes de liberar toxinas cuando se consumen en gran cantidad restando luminosidad a la piel de todo el cuerpo.
Ejercicio. Demostrado por completo, mejora el humor, el ánimo y la autoestima, pero no es cuestión de hacerlo profesionalmente, elige uno adecuado a tu edad, estado de salud y lo más importante practícalo con asiduidad. Las clases de yoga para las más reacias a cansarse o la gimnasia pueden hacer maravillas en tu piel.
Aire fresco. Aconsejado por unanimidad, pero si el ejercicio lo haces al aire libre no se te olvide nunca proteger la piel del sol para evitar manchas, pecas o quemaduras solares.
En pocos días seguiremos hablando de cómo conseguir que te veas una piel nueva, renovada y te sientas a gusto incluso con la cara lavada.
En Arrebatadora | ¿Qué es una piel luminosa?, Sugerencias para una piel luminosa