Con el paso de los años, la piel va perdiendo agua y le cuesta más almacenarla, por esto mayoritariamente, son las personas mayores las más propensas a tener una piel seca.
La piel seca suele ser muy fina, clara, rosacea, opaca y tiene los poros muy cerrados, casi imperceptibles e incluso, a veces, se hacen visibles pequeños capilares. Tiene la secreción sebácea muy disminuida y esto le ocasiona pérdida de elasticidad, acentuando las arrugas y las líneas de expresión. Debido a la gran ausencia de sebo, raramente aparecen granitos.
Este tipo de piel, al tener una gran carencia de agua necesita mucha hidratación, de ahí que, las cremas específicas sean muy untuosas (combinan agua y aceites).
El cuidado básico se debe realizar por la mañana y por la noche, como en el resto de los casos.
- El limpiador: debe ser en textura leche, para hidratar y limpiar.
- El tónico: tiene que ser muy suave y sin alchool ya que resecaría aún más el rostro, pudiendo llegar a ser muy abrasivo.
- Y la hidratante: escogerla en textura crema para rellenar la carencia de agua que tiene la piel. Para una piel muy seca y con mucha tirantez, también hay hidratantes en aceite.
Complementariamos aún más el aporte que le damos a la piel con la limpieza, si por la noche, en vez de utilizar una hidratante de día, utilizasemos una crema nutritiva (crema de noche). La nutritiva, como bien dice la palabra, a parte de hidratar también aporta nutrientes a la piel mientras esta descansa.