Todas y todos, alguna vez hemos tenido un día de esos bastante duros, en los que al final del día al menos te mereces un premio y tu cuerpo también.
Para poder reponerte qué mejor que comenzar con algo tan relajante como es un baño caliente y si añadimos sales como las de lavanda pues mejor, ya que poseen buenas propiedades calmantes y relajantes.
Para coger algo de fuerzas lo mejor es prepararse una cena apetecible pero no muy pesada y acompañarla con zumos naturales que aporten vitaminas y nos repongan los líquidos que hayamos podido perder. Si os suelen gustar las pastillas a base de hierbas, las de castaño de indias vienen muy bien para la circulación.
Y qué mejor cargador de pilas que tumbarse en el sofá, eso sí con las piernas bien en alto para ayudar al retorno venoso. Si notas las piernas muy pesadas te vendrá muy bien un gel refrescante como el que nos propone nuestra compañera Beautygirl.
Lo ideal es aplicarlo desde los pies hacia las ingles, realizando algunas presiones en los pies para destensar, si puede ser con un masajito de algún voluntario pues mejor. Cuando se tienen las piernas cansadas y pesadas también se puede usar cremas venotónicas, especiales para mejorar la circulación.
En el rostro es donde más se nos reflejan los síntomas del cansancio, para conseguir que al día siguiente no haya mella de ellos en nuestra cara solo debemos usar paños fríos sobre el mismo, son geniales porque descongestionan y relanjan. Si queremos que a la vez sean calmantes podemos humedecerlos en manzanilla.
Imagen | Madeleine En Arrebatadora | El antiaz líquido de IKEA, Piernas cansadas cuidad con todo tipo de calefacción