Ese pincelito de color verde o esa pasta que muchas veces acompaña a los correctores de ojeras en las paletas de correctores, no son sombras de ojos ni lápices de ojos, sino, corrector de granitos y rojeces. Su función es, atenúar el color rojizo que aparece en los granitos y en las rojeces neutralizando el tono verde al rojo. Los hay en diferentes formatos: lápiz, stick, pincel, en crema y en fluido.
La aplicación es muy sencilla: * Antes de ponerte la base de maquillaje, pon un poco de corrector verde en el granito o rojez que quieras tapar y con la punta del dedo índice, extiende, sin hacer desaparecer totalmente todo el corrector verde, la cantidad de corrector que te has puesto. Verás como ese granito o esa rojez ya no están tan vivos como antes. * Después de haberte aplicado el corrector, ya puedes poner tu base de maquillaje, pero siempre con una esponjita y dando toquecitos. Dando toques con la esponjita nos aseguramos de que no hemos eliminado el corrector verde, consiguiendo un maquillaje cubriente. La rojez que preocupaba, ahora habrá pasado a un segundo plano.
Yo recomiendo los correctores que tienen textura crema, porque los lápices, no penetran y se fijan tanto como éstos. El corrector que se puede utilizar a diario, pero solo para granos y rojeces puntuales.
Hoy en día, se puede encontrar en la mayoría de centros de belleza, ajustándose al bolsillo de cualquiera por la gran variedad de precios y marcas que ya se comercializan. Con las prisas de por las mañanas, acuérdate de ponerte la base de maquillaje y no salir a la calle con los puntitos verdes.