Con el maquillaje podemos disimular pequeñas imperfecciones en nuestros labios para que parezcan mucho más armoniosos, con ellos mismos y con nuestro rostro. Y es que la sensualidad que provocan unos labios es única e inolvidable.
Compensar el tamaño, la asimetría o las disposición de unos labios es muy fácil si seguimos algunos trucos.
Por su tamaño pueden ser:
Pequeños: perfilarlos por la parte exterior de su línea natural pero nunca separarse demasiado para que el resultado sea natural. Tanto en el labio superior como en el inferior y prolongar ligeramente la zona de las comisuras. Luego rellenar con un labial de larga duración.
Grandes: debes perfilar tus labios por la zona interna y reducir lo máximo la parte de las comisuras, utilizar corrector beige para camuflar la zona que hemos dejado sin perfilar.
Por su disposición:
Horizontales: cuando unos labios son proporcionados se considera que la boca es ideal. Puedes elevarlos suavemente maquillando el límite del labio superior.
Descendentes: los labios descendentes reflejan una imagen algo seria, para corregirlo debemos trazar una línea ascendente en la zona de las comisuras uniendo el labio inferior con el superior.
Ascendentes: dan una expresión dulce y risueña que no suele necesitar corrección.
Por su proporción:
Labio superior prominente: perfilar el labio superior por su parte interior, trazando una línea ligeramente horizontal. Maquillarlos en tonos profundos e intensos, el efecto será de recorte en la zona superior.
Labio inferior prominente: traza una línea horizontal en la parte interna del labio inferior y elévala a la altura de las comisuras.
Asimetría en una parte del labio: aquí sólo tenemos que rectificar una parte del labio, el lado que esté desproporcionado respecto al resto. Lo perfilaremos por dentro o por fuera según el efecto que necesitemos, ya sea aumentar o reducir.