Si a Sisley le quitáramos sus prohibitivos precios quizá sería la marca cosmética ideal, ya que tiene productos para casi todos los problemas esenciales y de una cualidad excepcional. La Creme Reparatrice es uno de sus productos estrellas y de las mejores cremas que he probado. Está elaborada a base de manteca de karité y sin embargo no aporta nada de grasa, pero lo mejor de todo es que ayuda con las cicatrices y con las marcas de acné recientes.
Recibí dos muestras hace 1 mes y, gracias a la política de marketing de la empresa, que proporciona muestras muy grandes, aún me duran. Al principio estuve un poco escéptica debido a que mi piel tiende a grasa y cualquier crema un poco hidratante me hace parecer una bombilla. Sin embargo este no es el caso: se trata de una crema muy hidratante y nutritiva, con cierta acción calmante (incluso sobre pieles irritadas por algunas imperfecciones, como la mía en estos días) y que ayuda a que se difuminen pronto las marquitas que te pueden quedar de espinillas o acné.
Además de su olor tan agradable y de que no es grasa ni se extiende mal, la Creme Reparatrice se absorbe enseguida y no deja sensación pringosa, aunque no lleva protector solar y sería más conveniente usarla por la noche. En mi caso ha sido el complemento perfecto al tratamiento Anti-Blemish que estaba usando de Clinique. Lo peor, como siempre en Sisley, el precio, unos 90 euros en tarro y unos 70 en tubo.